"3, 2, 1...ya!". El centro Niemeyer se inundó de colores después de una cuenta atrás programada por el dj El Chico Biónico. El primer dj de la tarde daba el pistoletazo de salida al Holi Party Festival, la fiesta del amor y el color en la que más de 12.000 personas, según la organización, lanzaron polvos de colores al aire.

Entre los asistentes, gente de todas las edades. Los más pequeños de la casa, acompañados por sus padres demostraron que este festival es para toda la familia. Tampoco faltaron los grupos de adolescentes que ya calentaban motores en la entrada y los alrededores del Centro Niemeyer horas antes del inicio del festival, que se produjo a las 17.00 horas. En el puente de San Sebastián, Irene López y Olaya Álvarez esperaban a una amiga para acceder al recinto. "Es la primera vez que venimos y tenemos muchas ganas de entrar ya", comentaba una de las jóvenes.

Aunque el cartel de este año reunía a reconocidos músicos del panorama nacional e internacional, la mayoría de los asistente sllegaron al Niemeyer atraídos por los colores más que por la música. "Nosotras no venimos a ver a nadie en especial. No tenemos ni idea de quien viene. Estamos aquí por los colores. Llegamos bastante temprano, pero nos iremos a las diez y media u once de la noche", aseguró Carla Menéndez mientras se dirigía a la fiesta junto a sus amigas. Los participantes llegaban desde toda Asturias. "Venimos desde Oviedo porque nunca habíamos estado en ninguna de estas fiestas y nos encanta", dijeron entre risas Cristina y Daniel Fernández.

No todos llegaban atraídos por los colores, algunos lo hacían por la música. "La idea del festival nos gusta, pero ya que viene Carlos Sadness a Avilés no nos lo podíamos perder", aseguró Borja García.

A lo largo del festival se produjeron varias descargas de color. En la segunda, sobre las 19.00 horas, el Chico Biónico dejó paso a los asturianos "TrueQuedart" que hicieron que todo el público levantase los brazos al cielo nada más salir al escenario.

Los pigmentos que se lanzaron al aire son polvos gulal. Están hechos de harina de maíz y colorante alimentario por lo que no son tóxicos. A pesar de esto sí que molestan si entran en los ojos o la nariz. De hecho, una buena parte de los asistentes acudieron al puesto de la Cruz Roja para aplicarse colirio en los ojos y reducir las molestias. "Mis amigos me tiraron polvos a la cara nada más llegar y es un poco molesto pero no pica", contaba Ana Suárez mientras sus amigos la llenaban de colores.

Si bien el Holi Party Festival es una celebración de la alegría, los establecimientos hosteleros ubicados en el Niemeyer salieron perjudicados por la actividad ya que, según señalaron sus responsables, se vieron obligados a retirar la terraza de la cafetería.