Una fiesta para la nostalgia, para volver atrás en el tiempo y para reencontarse con aquellas caras que hace décadas que no se veían. La discoteca "El Jardín" vivió en la noche del pasado sábado una regresión temporal en toda regla, que no espacial. Porque en el Jardín de toda la vida se dio cita una multutid, dos mil personas, para recordar cómo eran aquellas veladas de los ochenta, célebres entre la juventud de la época y míticas desde este fin de semana para todos los que se dieron cita en el local.

"Ha sido un éxito total, absoluto, estamos encantados", aseguraba ayer Juanlu Álvarez, uno de los organizadores de la fiesta "Regreso a los 80" que sirvió para que muchos gijoneses y allegados se citaran tres décadas después en una velada "para el recuerdo". Álvarez fue uno de los DJ's que se encargaron de animar el cotarro durante la madrugada, aunque en realidad hacía falta poco para que los asistentes se entregaran en cuerpo y alma a la fiesta. "La gente estuvo cantando y bailando sin parar todo el tiempo; bajabas la música y coreaban todas las canciones, fue increíble", resume el organizador del encuentro.

Tanto que se llenó la pista de baile, la terraza y hasta la cabina de los DJ's, con gente que "entró a hacerse fotos con nosotros para el recuerdo, y cosa curiosa, hubo varias personas que, aún siendo chavales en los años 80, nunca habían venido a El Jardín", indica Juanlu Álvarez. Lo hicieron por primera vez el sábado y "se quedaron impresionados, por el sitio y sobre todo por el ambiente".

Porque con las entradas agotadas desde hace tiempo, la expectación y la diversión estaban garantizadas. La noche fue un constante reencuentro, con "pandillas de hasta 30 personas y mucha gente que no se veía desde hacía muchos años".

Cundió la velada, y los grandes éxitos de los ochenta, pop nacional e internacional, sonaron hasta altas horas de la madrugada. "La gente no se cansaba de bailar, eran las tres de la mañana y allí seguían las dos mil personas", aseguran los organizadores.

A las seis se echó el cierre, a media entrada y con el himno del Sporting para acabar de exaltar el sentimiento playu. Ante tal éxito, sólo cabe una cosa: "organizar una nueva fiesta para el año que viene". Éxito asegurado..