"Se acaba de cumplir un sueño de mi juventud". Fueron las primeras palabras que dijo ayer el escritor argentino Marcelo Luján (Buenos Aires, 1973) tras saberse ganador del premio "Dashiell Hammett" de novela que concede en Gijón la "Semana negra", el mayor festival español de literatura de género. Nervioso, luciendo escudo de su equipo de fútbol del alma, el San Lorenzo de Almagro, describió la obra ganadora, "Subsuelo" (Salto de Página), como una historia en la que tomó "decisiones arriesgadas" desde un punto de visto técnico para no caer en los relatos policiacos al uso. Pocos personajes en un espacio angosto para tirar de un hilo argumental a base de un lirismo sobrio.

"Los premios cierran un círculo que comienza cuando te pones ante el folio blanco y nos dan pautas sobre nuestro trabajo; es muy importante para mí y para el libro", indicó Marcelo Luján, un autor que la "Semana negra" ha visto "crecer", según apuntó el director de contenidos del certamen, Ángel de la Calle. El "Hammett" está considerado como el premio español de novela negra de mayor prestigio, pese a no tener dotación económica, o precisamente por eso. Entre sus ganadores están escritores como Ricardo Piglia, Leonardo Padura, Sergio Ramírez, Paco Ignacio Taibo II, Andreu Martín, Francisco González-Ledesma, Guillermo Saccomano o Carlos Zanón, que lo recibió el año pasado. Los galardones se dieron a conocer ayer en un concurrido acto en el hotel Don Manuel.

El acuerdo del jurado del "Hammett", que leyó Rosa Ribas, no gustó a todos. Y no precisamente por la elección del ganador. La referencia de la escritora a la "desigual" calidad de los finalistas (Raúl Argemí, Ernesto Mallo, Julián Ibáñez y Juan Bolea) causó algún malestar. La portavoz también subrayó el hecho de que entre los finalistas no se hubiera incluido ninguna obra firmada por una mujer. Una apreciación que compartió De la Calle. La organización de la "Semana negra" anunció hace semanas, después de una polémica por la escasa presencia de escritoras entre los ganadores de los distintos premios, que tomaría medidas.

El jurado del premio "Rodolfo Walsh", que se concede al mejor texto de no ficción en homenaje al maestro que escribió en 1957 "Operación masacre", optó por conceder por unanimidad el galardón al veterano periodista español Ramón Lobo (1955) por "Todos náufragos" (Ediciones B). Compitió con "Mañana cuando me maten", la investigación que ha hecho Carlos Fonseca sobre los últimos fusilados del franquismo, y "La conexión Bogotá", un texto en el que el periodista porteño Nahuel Gallotta relata las andanzas de los "internacionales", una curiosa red transnacional de ladrones colombianos.

"Es el primer premio literario que me dan", dijo Ramón Lobo. Éste describió "Todos náufragos" como "un libro arriesgado en lo personal". "He tratado de desnudarme", subrayó. En la tradición de la "Carta al padre", de Kafka, el periodista ajusta cuentas con su país y con su tiempo a través del hilo de la memoria familiar. Recordó que Almudena Grandes ha señalado que es un novela, aunque esa prosa de Lobo bebe de géneros relacionados con la literatura de la memoria, confesional. "Me gustaría explorar ese género latinoamericano de la crónica", añadió.

León Arsenal (Madrid, 1960) se hace por segunda vez con el "Espartaco" de novela histórica por "Balbo, la mano izquierda del César" (La Esfera de los Libros). "He querido escribir algo diferente; los autores de novela histórica estamos obligados a hacerlo". "He buscado otro enfoque de la figura de Balbo, un gaditano olvidado que tuvo sin embargo importancia en las dinámicas políticas del final de la república romana", dijo.

El premio "Celsius" para historias de ciencia ficción y fantasía fue para Eduardo Vaquerizo (1967). Su novela "Nos mienten" (Fantascy) está ambientada en una España de mediados del siglo XXI: "Cada vez que vengo a Gijón, me gusta más". Explicó que con su obra ha querido "tomar posición" desde una narración que fuera, al mismo tiempo, "los más entretenida posible".

Jordi Juan, valenciano de 1966, se hizo con el "Silverio Cañada" a la mejor primera novela negra por "Angulo muerto" (Edaf). "Es un premio que tiene una gran importancia sentimental, porque me he educado leyendo la serie Etiqueta Negra de Júcar", confesó, en referencia al sello que mantuvo durante años el fallecido editor asturiano que ha dado nombre al galardón.

El ganador del concurso internacional de relatos policiacos fue Raúl Clavero Vázquez por "Al otro lado del cristal". De la calle recordó que éste es el único de los premios de la "Semana negra" con dotación económica.