Gijón, Laura OVIES CASTRO

Verano es sinónimo de una buena cerveza fría. O por lo menos así ha calado en el imaginario colectivo gracias a la publicidad. Pero en Asturias poco hay que le haga sombra a la sidra. Aunque estos días la cerveza lo intenta. Sobre todo en el Oktoberfest que se celebra en la plaza de Toros.

Por quinta vez consecutiva, el festival inspirado en el certámen más popular de Munich ha llegado con mucha bebida hecha con cebada para paliar la sed de los más calurosos. Y estos días hay mucha sed. En la gran fiesta, aparte de cervezas los asistentes también se pueden encontrar con comida alemana, concursos, música y por supuesto mucha diversión. "Cuando el sol cae y la gente sale de la playa es cuando viene por aquí" asegura Marta López, empleada de uno de los bares. Y este fin de semana la Oktoberfest batió records de asistencia. "El sábado hemos visto un mayor número de personas, aunque entre semana tampoco es que haya poca" explican Silvia Coca y Cristina Oprea, también camareras.

Tras varios años celebrándose en la ciudad, es normal que nadie quiera perderse esta celebración "Es la primera vez que venimos al certamen, el año pasado no entramos porque estaba lleno, pero nos encantó el ambiente. Por ello este vez hemos venido antes de que abrieran las puertas, para así poder disfrutar de todo esto", comenta el matrimonio gijonés formado por Jesús del Río y María Jesús Carmena. La cerveza y los concursos son dos de los grandes reclamos. "Ya vine más veces y lo que más me gusta de esto es el ambiente y la variedad de cervezas" explica Sara Viesca, habitual del certamen. "Todos los años vengo, pero esta vez he venido principalmente porque quiero participar en uno de sus concursos", comenta Paula Cifuentes, mientras disfruta de una buena pinta.

Como cada año en el certamen siempre hay una cerveza que destaca más que las otras. "La gente suele pedir un poco de todo, pero lo que más es la 'Paulaner' y la 'Desperados'", aclara la camarera Rosa Fernández. "Llevamos viniendo 4 años al Oktoberfeste y la 'Paulaner' de trigo siempre es de las más consumidas, junto con la rubia", explica Pablo Breixo Seijas. Pero a pesar del gran éxito que tiene cada año este festival, en Asturias la cerveza posee una gran competidora. "Prefiero la sidra, me presta mucho más sobre todo en invierno", comenta Marisa Barros. "Me gusta mucho más la sidra, aunque a diario suela tomar cerveza", aclara María Jesús Carmena, mientras disfruta de un plato alemán.

A la hora de hablar de comida en la Oktoberfest, lo más consumido son los surtidos compuestos por tres salchichas, cebolla, pepinillo y "chucrut", además de las alitas de pollo a la cerveza y las albóndigas alemanas "frikadelas". "A la gente le gusta la comida alemana, lo más recurrido siempre suele ser el perrito, pero tenemos otras cosas que triunfan bastante como la salsa alemana. La gente la prueba y repite", comenta Mónica Suárez Pizarro, cajera del puesto de comida. Pese a la buena acogida que ha tenido estos platos, los gijoneses siguen fieles a sus raíces culinarias y tienen claro lo que prefieren. "La comida alemana no es nada en comparación con la asturiana" declara Paula Cifuentes. Para el matrimonio gijonés Jesús del Río y María Jesús Carmena, la alemana está muy rica, pero "donde este nuestro comida que se quite todo lo demás". Sara Viesca es mucho más clara: "el cachopo no se cambia por nada".

Este fin de semana la cita con el Oktoberfest cierra sus puertas hasta el año que viene, dejando a los asistentes con un buen sabor de boca, pero que, por lo visto, nunca superara al de sus raíces asturianas.