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Huida gijonesa de Alcatraz

La nadadora Ana Villanueva disputará en agosto la prueba Sharkfest Swim, entre la antigua prisión y San Francisco

Ana Villanueva, en un entrenamiento en aguas del puerto gijonés. juan plaza

La nadadora grupista Ana Villanueva es noticia habitual por sus logros en las travesías de mar abierto en toda España. No contenta con ello esta gijonesa se propuso para el 2016 dos retos muy importantes: la Sharkfest Swim Alcatraz y el cruce del estrecho de Gibraltar. "Son dos prueba muy diferentes porque la primera es bastante corta y la segunda muy larga, así que hay que hacer entrenamientos muy diferentes", señala.

El primero reto será el 13 de agosto. Ese día Ana Villanueva tratará de cruzar desde la isla prisión de Alcatraz hasta San Francisco. "El problema no es la distancia sino el agua, que está muy fría, las corrientes e incluso que hay tiburones y focas" advierte Villanueva. Ana se inscribió para la prueba estadounidense el pasado mes de octubre. "Me plateé hacer algo diferente a lo que venía haciendo y elegí la de Alcatraz animada por unos nadadores del club Torrijos de Toledo, que también la iban hacer, pero al final ellos no van y yo soy la única que siguió adelante con el proyecto".

Paralelamente a los trámites para la prueba americana, en la que no puede participar cualquiera sino que hay que acreditar un curriculum previo, Ana también los hacía para el cruce del Estrecho y le dieron fecha para octubre. "Esto supone que cuando vuelva de Estados Unidos tendré mes y medio para cambiar los entrenamientos" señala. Para preparar la Sharkfest Swim Alcatraz Ana realizó mucho trabajo en invierno, "no sólo nadaba, sino que muchas veces venía sólo a meterme en el agua fría y aguantar lo más posible, me ducho con agua fría y estoy ganando un poco de peso porque la grasa también protege". El entrenamiento en sí "es más de potencia para ir rápido porque la distancia no es mucha, 3,6 kilómetros aproximadamente".

Villanueva advierte que "es muy difícil saber el tiempo que necesitaré para hacer la travesía porque las condiciones meteorológicas y del estado de la mar son muy cambiantes. Calculo que entre 45 minutos y hora y media. Estar más de hora y media en el agua con temperaturas inferiores a los 14 grados no es recomendable". La inscripción cuesta 200 euros y suelen salir alrededor de 400 nadadores. Para complicarlo aún más la gijonesa ha optado por hacer la travesía sin traje de neopreno, lo que hace el reto aún más difícil, "eso sí voy a untarme con una pomada que es 50 por ciento vaselina y 50 por ciento lanolina para protegerme un poco". Ana Villanueva tiene previsto marchar una semana antes para ir aclimatándose a las condiciones de la zona "en las travesías la gente suele ir el día antes y luego muchos se quedan de vacaciones después de la prueba, pero yo en esta ocasión lo voy a hacer al revés para así poder aclimatarme", indica la grupista.

A su vuelta comenzará a preparar el cruce del Estrecho "tendré que volver a hacer más kilómetros" indica. Lograr ser admitida para cruzar el Estrecho no fue fácil porque los deportistas se apuntan con mucho tiempo de anticipación y las plazas estaban cubiertas hace tiempo. Pero la gijonesa logró que la incluyeran en la reserva de unos nadadores polacos quienes, tras cruzar numerosos correos, la admitieron en su grupo. "La organización del cruce te asigna una semana para hacer la prueba, en nuestro caso será la primera de octubre y son ellos los que tras comprobar el estado de la mar y las condiciones meteorológicas te dicen que día será".

Ana nada desde muy pequeña en las filas del Grupo Covadonga con quien entrena habitualmente "pero también lo hago con la gente de aguas abiertas", asegura. Para ella "es muy importante la piscina para mejorar la técnica y eso lo hago con los entrenadores del Grupo, pero los entrenamientos de mar los suelo hacer con la gente habitual de las pruebas de mar". Aunque la natación es su pasión practicó otros deportes, entre ellos el rugby con el equipo femenino del Gijón "pero tuve una lesión en un brazo que me afectó a la preparación de alguna travesía y tuve que elegir entre una cosa y otra y me quedé con la natación".

El palmarés de Ana Villanueva es espectacular, con resultados destacados en prácticamente todas las travesías. Quedó entre las mejores en las travesías Cabrera-Mallorca (25 kilómetros), Lanzarote-Fuerteventura (15), la Ultramaratón de Menorca (25), el Ultra del Río Ebro (31), Mar de la Calma en la isla de Hierro (18), la Batalla de Rande en las islas Cies (27) o Costa Quebrada en Cantabria (15), todo ello en los últimos 4 años. Además es habitual al circuito de travesías en Asturias.

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