Cracovia (Polonia) vivirá en unos días la intensidad de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) convocadas por la iglesia católica como punto de encuentro del Papa Francisco con las nuevas generaciones. Una cita a la que acudirán católicos de todas las partes del mundo, y también de Gijón. De la ciudad partirán hoy, en autobús, 20 chicas de edades comprendidas entre los 13 y los 19 años, que forman parte de la asociación "Enalba"; con ellas viajaran compañeras de otras asociaciones: Montealegre (Oviedo), Oyambre-Dobra (Santander) y Antares (Valladolid).

El viaje durará en total dos días y medio, con la necesidad de estar en Polonia el viernes 29. "A la ida pasaremos un día y una noche en París y a la vuelta en Estrasburgo. En ambas ciudades aprovecharemos para hacer turismo", comenta Isabel Rodríguez, monitora de la asociación, que junto con Rebeca Díaz se encargaran de cuidar de las jóvenes.

"Estamos ilusionadas con el viaje. La gente siempre se lo pasa genial, yo ya llevo acudiendo cuatro veces", declara Rebeca Díaz. Las jóvenes irán en dos grupos: universitarias y secundarias, se hospedaran en un camping y realizarán diferentes actividades del programa de las JMJ, como visitar el campo de concentración de Auschwitz. "Yo además iré a hacer voluntariado con las universitarias y cuidaremos de niños que están en exclusión social", explica Macarena Bares. Todas saben que la vigilia y la misa comunitaria "son dos cosas muy importantes" que habrá que vivir. "La vigilia es el momento central", declara Isabel Rodríguez, "en ese momento el Papa se dirigirá a nosotros y nos dará un anuncio" aclara Rebeca Díaz. En cada celebración las JMJ tienen un mensaje, este año es la misericordia.

En el evento los jóvenes tendrán la oportunidad de contactar con el Papa. "Admiro mucho su humildad y considero que está dando a conocer cosas de las que no nos dábamos cuenta", declara Macarena Barbes. "Tengo ganas de ver al Papa, ya que es la cabeza de la Iglesia. Además también quiero tratar con otras personas que piensan como yo", explica Marta, otra de las jóvenes que viajará a Cracovia. "En algunos puntos del planeta no es fácil ser cristiano, por lo que al escuchar a algunas personas nos damos cuenta de la suerte que tenemos", dicen Rebeca Díaz y Macarena Barbes.

Ellas, por su parte, ya saben qué mensaje quieren hacerle llegar al Papa: "vamos a decirle que los jóvenes estamos aquí y que puede contar con nosotros", declaran.