El porno no imita a la vida. Ese es el mensaje que trasladó ayer el sexólogo Iván Rotella en la conferencia que inauguró el curso universitario sobre sexología que se celebra en Avilés todos los años. Rotella advirtió a los jóvenes sobre el peligro de tomarse el contenido pornográfico al pie de la letra. "Siempre intento explicar a los alumnos que la pornografía es otra forma más de entretenimiento. Si no se creen que Spiderman sea real, tampoco tienen motivo para creerse lo que ven en estas películas. Sigue siendo contenido de ficción", explicaba.

Como otra forma de producción cinematográfica, la pornografía está coreografiada, juega con los planos y las luces, realiza las tomas que sean necesarias hasta conseguir la escena perfecta. Una lectura exacta de estos contenidos puede dar lugar a falsas expectativas que repercuten en la autoestima de los adolescentes. "Recibo a jóvenes en terapia que se sienten poco capacitados por no aguantar los 70 minutos que se puede echar un tío en una porno". Otro de los problemas que preocupan al sexólogo es la situación social de la mujer en la pornografía. "Se creen que a todas las chicas les chifla que les tiren del pelo, que sean las sumisas, que les arranquen la ropa? A muchas chicas les corta el rollo. Y de paso, les falta el respeto", sentenció. Y afirmó que la mayor parte del negocio pornográfico está creado por hombres y para hombres. "Gran parte del contenido porno en la red se centra en una visión misógina y objetivada de la mujer. Puede ser muy peligroso si se toma al pie de la letra", lamentó.

Rotella apuesta por una formación educativa exhausta desde una edad temprana. "Lo que hay que hacer es explicarl a los estudiantes que su cuerpo no funciona como se ve en las películas que consumen". Reconoce que sigue habiendo cierto tabú a la hora de dar clases sobre sexología. "La educación sexual a los estudiantes no quiere decir que expliquemos educación coital con todo tipo de detalles. Porque con 11 años, no procede. Se trata de que los jóvenes conozcan su cuerpo antes de conocer el de los demás", sentenciaba.