El musical "Priscilla" se acerca a Gijón con su estela de éxito aplastante en Madrid -con más de dos temporadas en el teatro Alcalá y el premio "Broadway World Award Spain" al mejor musical-, sus kilos de purpurina y sus vertiginosas plataformas. Pero también con un actor gijonés en sus filas.

Cuando el 5 de agosto se suba el colorido telón del teatro Jovellanos y comiencen a sonar éxitos como "I will survive", "Like a virgin" o "It's raining man", entre los "drag queen" y todo el elenco de "divas" del universo "priscillero" se colará Miguel Millán Mayoral (11 años), un aspirante a actor nacido en Gijón y criado desde los 3 años en la capital de España. Miguel superó en 2014 el disputado "casting" del que salieron cinco niños que desde entonces se turnan en dar vida sobre los escenarios a "Benji", el hijo de "Tick", un joven homosexual y transformista que busca recuperar a su familia.

Cuentan los promotores de "Priscilla" que cuando Miguel supo que le habían seleccionado tuvo una frase genial: "estoy tan contento que siento que mi corazón lanza confetti".

Y así sigue, contentísimo. Ayer hizo un alto en los últimos ensayos en Madrid antes del arranque de la gira nacional para atender a LA NUEVA ESPAÑA. Afirma Miguel Millán que en el descarado musical, que transporta al público a un universo sin tapujos, donde la amistad y la diversión son los únicos ingredientes necesarios, él está encantado. "Actuar, conocer a gente, estar con mis compañeros. Es difícil elegir qué me gusta más", reconoce el gijonés, que, aunque sabe que el teatro es lo suyo, no descarta dedicarse a la abogacía en un futuro.

Tras tantas horas de ensayos y actuaciones, el joven actor ya se sabe todas las "coreos", canciones y ha llegado incluso a improvisar en el escenario. "Me encanta estar entre bambalinas, tengo compañeros muy majos con los que me lo paso muy bien", explica Millán. Que también ha tenido sus sustos en escena, como cuando se quedó en blanco en el escenario. "Lo pasé mal, la verdad, pero luego me reí. Estaba con un compañero muy majo que me ayudó, e improvisamos", comenta entre risas.

Una vez superado el miedo a salir a escena, Miguel admite que disfruta con todas y cada una de las funciones, en las que muy amenudo le arropan caras conocidas, familiares y de amigos. "A mis padres les encanta verme en el escenario y están muy contentos con lo que hago", explica el joven intérprete de "Benji". Ahora lo acompañarán en Gijón, ciudad en la que Miguel tiene a toda su familia y a la que regresa siempre en vacaciones. "De Gijón lo que más me gusta es la playa y que el clima sea húmedo. En Madrid es muy seco", afirma el actor. Por contra, la vida en Madrid le ha dado a este escolar -que también recibe clases de interpretación- muchas oportunidades y un discurso muy maduro. "Madrid tiene muchos teatros y me ha ofrecido un gran abanico de posibilidades". Y "Priscilla" es buen ejemplo.