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Surferos con la casa a cuestas

Centenares de campistas se concentraron en las inmediaciones de Pablo Laloux con motivo del XV Festival Longboard

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XV Longboard Festival de Salinas

Ni la lluvia, ni el frío ni el viento. Nada pudo con los centenares de campistas que se concentraron durante el pasado fin de semana en Salinas con motivo del Longboard Festival, un certamen que cumplía, con ésta, su decimoquinta edición. "Con la casa a cuestas", los "habitantes" de los jardines de Pablo Laloux iban totalmente preparados para la ocasión: desde baños portátiles hasta cocinas, pasando por mesas, sillas o hamacas para hacer lo más confortable posible la estancia en la capital asturiana del surf.

"Venimos con tres furgonetas en las que tenemos cocina, baño, duchas, literas... Aquí nos juntamos unas seis familias, con niños y todo, y nos lo pasamos genial", aseguró Ana Romero, quien, "como todos los años", cruzó la península, desde Jerez hasta Salinas, para disfrutar del Festival longboard junto a los suyos. Pese a que disponen de aseos en su vehículo, la "escasa capacidad del depósito" hace que estas familias gaditanas opten por utilizar "las duchas de la playa o los vestuarios del Espartal".

La vida en el campamento de la localidad castrillonense es "como en un pueblo". Y es que no hacen falta más de cinco minutos para ver que la camaradería y el "buen rollo" imperan entre los camperos. "El ambiente es muy bueno. Por ejemplo, para cocinar nosotros hacemos pasta o arroz para todo el mundo y comemos aquí juntos", explicó Romero.

También perfectamente preparados, con toldos, furgonetas y hasta "un baño químico", Albert Sousa, Agnés Callol y la familia Mañas-Cortes, integrada por Marc, Maite y las pequeñas Ana y Lía, disfrutaron de la acampada en Salinas, pese a "algunos fallos en la organización". "Tenemos dos carpas para comer y hacer vida resguardados de la lluvia, como nos tocó en esta ocasión, o el sol. Para cocinar tenemos fogones en las furgonetas, donde también dormimos.", relató Marc Mañas, quien llegó a Salinas desde Gerona, para pasar unos días acompañado de su familia y amigos.

Pese a que lamentan que "los baños están muy lejos y un poco 'guarretes'", no hay nada que no tenga controlado este grupo de gerundenses. "Como caminando hasta el pabellón, donde están los vestuarios de la organización, se tarda un cuarto de hora, nos trajimos unas bicicletas con las que llegar más rápido", comentan.

Llegados desde mucho más cerca, un grupo de amigos de Mieres desmontaba, bajo el orbayu que imperó en la mañana de ayer, la que fue su casa durante estos días, "Da igual que llueva que no. Venimos a pasarlo bien al festival y en las tiendas no nos mojamos", aseguró Lena Rodríguez, señalada por el resto de la cuadrilla como "la experta en acampadas". "Hay servicios públicos a ambos lados de la zona para tiendas y para ducharte te apañas como puedas. Aquí venimos a disfrutar", sentenció.

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