"Nos gusta vivir Gijón, ¡porque Gijón es vida!". Lo clamó Lara Álvarez durante el pregón de inicio de la Semana Grande y lo recibieron los gijoneses con una inconfundible sensación de entendimiento, esa que hace sonreír a todos al darse cuenta de lo mucho que se comparte en estas fiestas. Unas fiestas que empezaron, como siempre: a lo grande. Y este año, además, con una protagonista "la mar de guapa", como comentaba todo el mundo ayer en la plaza Mayor.

La periodista y presentadora gijonesa, la más televisiva del momento, es la comidilla de la ciudad: "es preciosa y encima súper humilde", "me encanta su ropa", "es aún más guapa en persona". Así la esperaban ayer los gijoneses que llenaban la plaza del Ayuntamiento, quienes se tomaron con calma y curiosidad el momento de verla aparecer en el balcón de la Casa Consistorial. Pero Álvarez no quiso empezar en las alturas. A su llegada, cercana y sincera, habló con todo aquel que quiso saludarla y se sacó algunas fotos con sus admiradores, saliéndose del plan inicial. Un bonito gesto con el que demostró a los asistentes que ser famosa no le ha hecho perder el encanto. "Me hace mucha ilusión que sea ella la encargada de dar el pregón porque me parece muy sencilla: es preciosa, pero en ningún momento va de diva", comentaba Paula Álvarez, de 20 años.

Hay quien tiene el pregón de la Semana Grande como un evento fijo en su agenda, como Pilar Cuesta, que esperaba junto a sus amigas en una terraza cercana. "Vengo todos los años, pero encima este que viene Lara no me lo podía perder", decía.

En la plaza Mayor hubo quien, no siendo tan seguidores del "pistoletazo" de Begoña como Pilar Cuesta, este año se acercaron a la plaza sólo para ver a su especial protagonista. "Yo la sigo en Instagram porque me encanta como viste, así que este año decidimos venir, es genial que una gijonesa tan conocida como ella sea la que dé el pregón", contaba Beatriz Chaves, que esperaba acompañada de sus padres y su hermano que la televisiva saliera a escena.

Claudia Martínez, de 20 años, coincidía con ella. "Es guay que sea ella quien lo presente porque es muy famosa y la conoce mucha gente, parece una chica majísima. Además, me encantan todos sus bikinis de Supervivientes", decía bromeando.

La interpretación de la tonada a cargo de Lorena Corripio y los bailes tradicionales de los grupos folclóricos de Gijón comenzaron a animar la plaza, que se sumó rápidamente al ambiente festivo. Con Manuel Durán realizando el tradicional toque de tambor se dio paso a Londra Show, la transformista que presentó a Lara Álvarez sin perder nunca el toque de humor y desparpajo que consigue sacar sonrisas y miradas de sorpresa al público gijonés, y haciendo un guiño al musical "Priscilla, Reina del Desierto", espectáculo que desde ayer es protagonista de la Semana Grande.

"Conozco a Lara desde pequeñas, ella se fue a estudiar Periodismo a Madrid y yo la seguí, aunque me fui directa para Chueca", bromeaba la "drag queen". "Desde que se licenció no ha parado de trabajar, ha estado en Marca TV, TeleAsturias, Telecinco... pero además de ser una chiflada por el trabajo, le encanta Gijón y es una chica tan natural como el yogur", contó entre risas. Una introducción que caldeó el ambiente para la intervención de Lara Álvarez, quien habló sobre sus recuerdos en la villa. "Ahora entiendo por qué mis padres tenían tanto interés en que yo naciese en Gijón. Aquí pasé la infancia más feliz que se pueda imaginar y les agradezco con el corazón en el mano que tomaran esa decisión", proclamó.

Antes de empezar, aseguró estar "temblando" por los nervios, pero lo cierto es que lo gijoneses apenas se lo notaron. A excepción de uno de los momento más emotivos, como lo fue cuando confesó a quien iban dirigidas sus palabras. "Este pregón va dedicado a mi abuela, la persona que más quiso Gijón y que más lo supo disfrutar, contagiándonos a todos con su vitalidad y alegría", contó, lanzando un beso al cielo.

Tras su intervención, los asistentes se giraron hacia el escenario principal de la plaza, donde Víctor el de Cimavilla aseguró que "lo mejor para empezar la Semana Grande de Gijón es cantar". De esta forma, un popurrí con los clásicos asturianos puso la plaza en movimiento, al que siguió un emotivo "Asturias Patria Querida" entonado por todos. Pero lo que consiguió conmover a más de uno, empezando por la pregonera, fue el "Gijón del alma", que pocas veces se había escuchado tan fuerte en la ciudad. Los gijoneses, sintiéndose más gijoneses que nunca, alzaron sus voces a coro para dar la bienvenida a las fiestas grandes de Gijón.

Una vez finalizada esta interpretación comenzó el XVI Festival Internacional de Gaites Villa de Xixón, una de las muchas opciones, junto a toros y conciertos, que llenarán estos días las calles gijonesas. Comienza así la semana más dinámica de Gijón, que no pudo empezar de una forma más "guapa".