Mientras los piragüistas remaban rumbo a Ribadesella, el Tren Fluvial bordeaba el río convertido en el escaparate privilegiado para disfrutar de la fiesta y la competición. Eso sí, una vez que Lara Álvarez finalizó el pregón, los privilegiados que tenían reservado billete y quisieron ver el inicio de la carrera en directo tuvieron que apresurarse para subirse al convoy que partió 15 minutos después del inicio de la prueba.

La carrera mereció la pena. El paisaje en un día espléndido convirtió el trayecto en una panorámica espléndida. Pocas veces los usuarios pueden disfrutar de vagones tan originales como el "costa verde" (situado el primero), el "tren azul" o el coche histórico, con el que Franco inauguró la línea de ferrocarril Ferrol -Gijón hace décadas.

La vegetación impidió seguir la competición en algunos tramos, por lo que los usuarios no tardaron en proponer entre risas que se cortase una franja de arboles para que se viera sin problemas.

Las quinientas personas que disfrutaron del trayecto entre Arriondas y Ribadesella no dudaron en considerar al Tren fluvial como un verdadero éxito. Los usuarios se dejaron llevar por el buen ambiente de la celebración y aplaudieron tanto a piragüistas como a la comitiva móvil que viajaba en bicicleta, coche o moto. Alguno puso como pega el precio: 30 euros en los vagones normales y 10 euros más en los vip.