Bajo la puesta de sol y tras un domingo de playa, ayer, la plaza Mayor de Gijón se colapsó de público preparado con sus móviles para grabar lo que sería un concierto de lo más peculiar. Puntual y con su toque particular Rodrigo Cuevas salió al escenario vestido con sus madreñas y ligueros. Como novedad, una tiara de flores y alguna que otra hoja verde. "¿Va vestido de ramu?" se oyó decir a alguien entre el público. Pero fueron sonar las primeras notas y con el movimiento del artista los presentes no pudieron evitar arrancarse a aplaudir. "Fuimos a verle a las fiestas de Porceyo. La verdad que lo hace genial. Es muy simpático y sabe meterse al público en el bolsillo", comentaba Yolanda Junco, que fue a la plaza Mayor gijonesa con sus dos hijas. "Es lo más", añadía la pequeña Susana Suárez .

Tirando las flores de su corona y diciéndole al público que "éste será el mejor concierto de vuestras vidas", Cuevas se ganó a los asistentes de arranque, y también ganó la bula para, cada poco, beber un culín de sidra, demostrando de paso sus dotes de buen echador. "Habíamos intentado ir a verle en otra ocasión pero no nos fue posible. Nos encanta, es todo un artista y tiene mucho mérito. Es un rompedor", explicaban Celia y Carmen Verdes. "Va muy original, pero yo no me pondría eso", decía entre risas José Ramón Fernández, marido de Celia.

Con su folk asturiano Cuevas fue desgranando sus canciones entre las que no faltó "Ritmu de Verdiciu", ni su mítica frase "os voy a contar una historia", tras la que canta alguna canción. El público -de lo más variado-, no dudó en ningún momento en entregarse al artista y llegó incluso a animarse a cantar con él y sucumbir a sus ritmos. "Le conozco de verle en la prensa y sé mucho de él. Me gusta su estilo rompedor, su estética y lo atrevido que es, creo que eso es una de las cosas que hace que la gente se fije en lo que hace", reconocía Loli Garzón, de 64 años, que no paraba de comentarle a su amiga "te va a encantar" y de gritar algún "aúpa Rodrigo".

Las palmas y silbidos sonaban al unísono mientras Cuevas no dejaba de mostrar su peculiar estilo y sus encantos. "Me gusta que mezcle su música asturiana con el folk, pero tengo que admitir que lo que me encanta de él es lo provocativo que sale, está guapísimo" contaba Andrea Vaqueiro sin parar de mirarle.

Innovador y creativo, quienes acudieron ayer a un día de concierto de agosto sin pistas previas de lo que iban a ver se quedaban sorprendidas. "Hemos venido a disfrutar de la Semana Grande de Gijón y nos hemos encontrado con esto tan alternativo", decía Ana Villa, acompañada de una amiga.

Cuevas hizo disfrutar a un público, que a la pregunta ¿te pondrías eso en un escenario?" tenía casi una respuesta unánime: "No, para eso se nace" concluía Andrea Vaqueiro; "yo no tengo edad para tanto" apuntaba Loli Garzón. Sólo se ponía en el papel la niña Susana Suárez: "yo lo haría" decía con inocencia. Bendita inocencia asturiana.