Los maliayeses se volcaron ayer con las clarisas de Villaviciosa, con quienes compartieron la celebración de la festividad de su fundadora, santa Clara de Asís, que ya es un poco "sellera". Lo es porque en recuerdo al piloñés Francisco Rodríguez, natural de San Román, que donó su herencia para la construcción del monasterio maliayés, ayer salió en la procesión un ramo adornado con los collares típicos de la fiesta de las Piraguas. No hay que olvidar que aunque se celebra en Arriondas y en Ribadesella, sus orígenes fueron en Piloña, donde se inició el descenso del río.

Mucho ha tenido que ver en que se haga justicia a la memoria de Rodríguez el cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez, a quien le une una fuerte vinculación con las clarisas. Ayer participó en la procesión con su esposa, Marta Cardín, y su hijo, Andrés Martínez, que fue el encargado de llevar el incensario, abriendo así la procesión.

El coro que forman las hermanas clarisas se encargó de cantar la misa, que ofició el maliayés Juan Hevia. Destacó que "cada 11 de agosto, la Iglesia nos propone mirar a santa Clara, que representa la palabra de amor y compromiso".

Hace 804 años de aquel Domingo de Ramos del 18 de marzo de 1212, en el que la entonces Clara Offeduccio, hija de un caballero rico y poderoso y descendiente de una familia noble y feudal, se escapó de su casa de Asís (Italia) a los 18 años. Iba acompañada de una amiga y siguiendo la llamada de Dios. También necesitó la ayuda de los guardianes para que dejaran abierta la fortaleza. Por delante tenía tres kilómetros desde su palacio a la iglesia de Santa María de los Ángeles.

Allí les esperaban San Francisco y unos hermanos franciscanos con antorchas. Él le cortó sus cabellos rubios, que aún se conservan como reliquia, como gesto externo de pertenencia a la consagración. La santa tuvo que luchar por su vocación en contra de la voluntad de su familia y el primer convento de la orden fue el de San Damián.

Las hermanas repartieron unos 300 panecillos de Santa Clara, elaborados por ellas mismas y como es tradición, en recuerdo de los dos milagros que se le atribuyen a la fundadora de la orden y a la que ayer recordaron en Villaviciosa.