La escenografía rescata la de las romerías asturianas de toda la vida. La iluminación y el bar recuerdan las fiestas de prao y, en realidad, el festival "Songs for an Ewan Day" que se celebró las noches del viernes y el sábado en el pinar de Salinas no aspira más que a ser una fiesta tranquila y con buena música celebrada en un paraje incomparable. El alma del festival desde la primera edición en 2014, Juan Luis Suárez Garrido, guitarrista del grupo asturiano "El Sueño de Morfeo", estaba el viernes por la noche emocionado de la respuesta a la convocatoria, ya que el público de todas las edades abarrotó el anfiteatro natural resguardado por los pinos. "Hay muchísima gente para ser viernes. La afluencia de público es enorme", explicó Juan Luis Suárez mientras los asturianos Alberto & García animaban al personal. "Es un festival diferente, para la gente, y también para los músicos", sentenció.

La noche del viernes arrancó con el gaditano Dani Llamas, compañero de Juan Luis en el grupo "The Ships", que junto con Paco Lobo surca los mares de la música y con el que, como anunció Llamas antes de despedirse del público del festival, tiene previsto grabar un disco en breve. La guitarra acústica de "Neuman" y los navarros de "Belize" completaron la primera jornada. Ayer fue la también gaditana Carmen Boza la encargada de abrir la jornada cuando los últimos rayos del sol apenas tenían espacio para colarse entre los altos pinos de Salinas. La noche siguió con Marco Cao y el catalán Ramón Mirabet. Los norteamericanos "Gigolo Aunts" estaba previsto que cerraran la tercera edición del "Songs for an Ewan Day", ya en la madrugada del domingo.

"Un sonido perfecto, una música increíble y un sitio idílico", era la apreciación de la mayoría de los espectadores que seguían las actuaciones sentados en el suelo sobre toallas o mantas. La noche del viernes, con una temperatura ideal y, mientras la luna casi llena se colaba por los resquicios de los árboles, algunos espectadores atisbaban el despejado cielo para buscar las Lágrimas de San Lorenzo. La lluvia de estrellas no fue apenas visible en el pinar de Salinas y algunos se conformaban. "El año que viene seguro que vemos las Perseidas". Entre canción y canción los asistentes aprovecharon para acercarse a las "foodtrucks" y tomarse un tentempié.

Juan Luis Suárez, no quiso entrar en la polémica y las críticas de algunos grupos de memoria histórica a la celebración del festival en las inmediaciones del monolito que recuerda la fosa común del pinar de Salinas. "Esto es un área recreativa, vivo enfrente y lo que hacemos hoy se hace todos los días. No hacemos nada diferente, aunque respeto todas las opiniones", dijo. El área recreativa del pinar de Salinas, de propiedad municipal, tiene barbacoas y una gran afluencia de usuarios todo el año.