Primero la danza prima y luego el "restallón", la guinda del pastel de las fiestas gijonesas no decepcionaron a nadie. La bruma de los últimos días se esfumó y el sol reinó en el día de Begoña, en el que miles de personas acudieron a la tradicional cita en el paseo de San Lorenzo, que pone fin a diez días de celebración festiva.

Con la resaca de unos fuegos que no lucieron por culpa de la meteorología, gijoneses y foráneos entrelazaron sus meñiques e improvisaron durante veinte minutos los pasos de la conocida danza, que rinde homenaje a aquéllos que dejaron su hogar para buscar mejor fortuna al otro lado del mar.

"Hemos sido emigrantes durante muchos años" señaló Irma Martínez, que acudió ayer a la cita por primera vez. La canguesa, afincada en Gijón, se acercó al Muro junto a Nadia González, que reside en Alemania, y que también disfrutó de varios de los conciertos durante la Semana Grande. "Me encantaron la orquesta 'Tekila' y 'Panorama'. 'La Función Manero' también estuvo muy bien", señaló la mujer. "De Gijón me encanta la vida social, sales a la calle y todo el mundo se relaciona", agregó González. Gabino Vigil Meana no se pierde un solo año este fin de fiesta local. "Me gusta seguir con la tradición asturiana. Lo que más me gustó esta Semana Grande han sido los conciertos", explicó el gijonés.

Con la mirada puesta en el mar y con las manos entrelazadas en símbolo de hermandad, los asistentes entonaron la letra y dieron vida a los pasos de la tradicional danza asturiana. "Nos encanta el ambiente que se respira. De estos días nos gusta todo. Salir a comer, disfrutar de la gente, escuchar la música... vamos, nos gusta la folixa", afirmó Esperanza Sánchez, que acudió ayer junto a Carmen Domínguez y Rufina González a la cita en San Lorenzo por tercer año consecutivo. "Para los que sentimos Gijón este baile significa lo mismo que para la gente de los pueblos sacar al Cristo en procesión", explicó Ana Fernández, que dice "echar un lagrimina" cada vez que suena el "Gijón del alma".

Para muchos la cita es un reencuentro con vivencias del pasado y como tal está cargada de emociones y sentimentalismo. "Vengo todos los años a la danza prima. Con 25 años me fui a Suiza y viví en Zurich treinta y tres años. Me gusta mucho venir", señaló el gijonés Gustavo Quintes, que disfrutó anoche del recital de la orquesta "Assia" y que habla de su ciudad natal con un cariño sobrecogedor. "Anoche Gijón estaba precioso. El Paseo de Begoña estaba abarrotado de gente", añadió Quintes. María Galván y José Menéndez llevan cuarenta y cinco años viviendo en Gijón. "Hemos estado mucho tiempo fuera, y nos gusta volver y disfrutar de tradiciones como ésta", señaló el asturiano, que se animó a bailar con su mujer. "He vivido muchos años en Madrid pero soy netamente asturiana. Gijón me tira muchísimo", explicó Carmen Rubio, que se mostró muy desilusionada por "el fracaso de la noche de los fuegos".

A la danza prima le siguió el "Asturias patria querida", que resonó en San Lorenzo como preludio de un emocionante "Gijón del alma", himno que iluminó los ojos de los cientos de personas que lo corearon. "Me encanta esta ciudad. Begoña es un día para bailar y disfrutar del ambiente", señaló Concepción González, que aunque es natural de Nava, dice sentirse "como de Gijón".

El broche de oro de las fiestas lo puso el clásico "restallón", la descarga de pólvora que, desde el cerro de Santa Catalina, atronó la ciudad y levantó de la cama a los más perezosos. El espectáculo pirotécnico contó con algún que otro fuego artificial, para la sorpresa de los asistentes, en lo que probablemente fue un intento de resarcir el fracaso pirotécnico de la noche anterior.

"Es la primera vez que veo fuegos artificiales a la luz del día", comentó Rosario Soba, de Valladolid, que ha disfrutado de conciertos como el de "Mocedades" en la Semana Grande. Un concurrido encuentro que pone el broche de oro a las fiestas de Begoña de este año, que pasarán a la historia por anécdotas como la de unos fuegos artificiales que no lucieron en condiciones o por haber tenido un amplio repertorio de actuaciones musicales.