La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Cuando entro en la pista no pienso si la gente me mira o deja de mirar"

"La olimpiada para mí estuvo bien aunque el puesto, una vez que quedas fuera de las medallas, es irrelevante; estoy muy contento de cómo saltó el caballo"

El jinete asturiano Sergio Álvarez Moya es uno de los principales atractivos de la presente edición del concurso hípico gijonés. Recién llegado de los Juegos Olímpicos, Álvarez Moya hace un balance positivo de su paso por Río, unos Juegos donde el primer éxito fue la presencia de un equipo español con dos dos jinetes asturianos, Moya y Gerardo Menéndez (suplente).

-Es un jinete de casa y acaba de llegar de los Juegos, todas las miradas estarán puestas en usted.

-Bueno no me influye, los que tienen afición siempre se fijan y al resto les puede sonar algo más mi nombre porque con esto de los Juegos salí más en los periódicos. Cuando entras en la pista no piensas si la gente te mira o deja de mirar.

-¿Balance olímpico?

-Con el equipo, la verdad es que tuvimos muy mala suerte porque el caballo de Edu (Álvarez Aznar) se asustó en su segunda salida a la pista, cosa que nunca había hecho con anterioridad. De hecho, era uno de los pilares del equipo haciendo cero o cuatro puntos, en un día malísimo te podía hacer ocho... Pero todos sabemos que estas cosas pasan, con los caballos puede ocurrir de todo. Hay días que fallamos los jinetes y hay otro que fallan los caballos, es lo normal. Pero en líneas generales la olimpiada para mí estuvo bien.

-Empezó con dos puntuaciones de cero en sus dos salidas, lo que daba pie al optimismo.

-Bueno, el formato olímpico es un tanto diferente porque hay tres rondas y los que se clasifiquen para la final parten todos de cero puntos de nuevo. Es cierto que hice cero en las dos primeras salidas, así que en la tercera tenía bastante margen para clasificarme, podía penalizar hasta 14 puntos. En el tercer recorrido no me preocupé mucho del tiempo y además derribé en el último obstáculo, por lo que sumé 6 puntos de penalización, pero con margen de sobra para entrar en la final.

-¿Y una vez en la final?

-Acabé el 20, pero no pienso mucho en el puesto sino en como hice las cosas. En una final olímpica es donde los obstáculos son mayores, incluso más que en el Campeonato del Mundo, pero este año no fue así. Normalmente se gana hasta con cuatro puntos de penalización, como en Atenas o Sydney, porque son recorridos grandes y exigentes.Pero este año 13 jinetes hicimos cero en la primera vuelta y seis acabaron las dos sin penalizar. El puesto, una vez que estás fuera de medallas, para mi es irrelevante. Estoy muy contento de como saltó el caballo.

-Los tres medallistas olímpicos tienen ya una edad: Skelton, 58 años, Fredricson 42 años y Lamaze 48. ¿Qué pasó con los jóvenes?

-Este año no se dio que lo hicieran bien. El Campeonato de Europa de hace dos años lo ganó Bost que también anda por esa edad, pero luego quedaron dos chavales. La hípica es un deporte muy longevo, pero hay gente joven que si tiene un buen caballo también gana.

-Pero, ¿qué supone para el resto de los jinetes que hombres como Skelton sigan en la élite?

-Es una cosa buena, la hípica es un deporte que no es muy físico, es más de técnica y eso te permite competir muchos años. No está sólo Skelton, hay otros como Ian Miller que debe estar cerca de los 70 años y que estuvo a punto de correr otra olimpiada más, creo que lleva diez. También John Whitaker o Hugo Simon con 74, que no corre a nivel cinco estrellas porque no tiene un caballo para ese nivel, pero estoy seguro de que si lo tuviera los correría. Bueno, la verdad es que lo de Simon es excepcional. Los que nos dedicamos a estos solemos ser apasionados y cuanto más tiempo podamos seguir montando mejor.

-¿Con qué objetivo ha venido a Gijón?

-No sé muy bien los equipos que están aquí, pero en casa siempre hay que dar la cara en la Copa de Naciones e intentar luchar por ganar; y en el Gran Premio lo mismo.

-¿Qué planes tiene a partir de ahora?

-De aquí me voy a Canadá y luego a Barcelona a la final de la Superliga, y luego a empezar con la temporada de invierno.

-¿Son planes también para "Carlo 273", su caballo de Río?

-No todos; la cuadra es bastante amplia y hay que trabajar con todos. Carlo está bastante bien pero ya tiene 15 años y hay que ir preparando un caballo para ir quitándole peso de encima.

-¿Ya piensa en un sucesor?

-Hay varios, está "Arrayan", "Iron Man", "Chatman", al final nunca sabes cual va a salir hasta que lo hacen.

Compartir el artículo

stats