Son las 8.30 de la mañana en el Aeropuerto de Asturias. Decenas de viajeros llegan procedentes de Palma de Mallorca dispuestos a disfrutar del mes de julio en el paraíso, pero su cara es un poema: "Esto es como Mordor", comenta uno. "¿A qué hora es el vuelo de vuelta?", pregunta otro. "¡Pero si parece invierno!", claman atrás. Los asientos del aeródromo fueron el lugar adecuado para cambiar las sandalias por zapatos cerrados. Los que no habían sido previsores, literalmente temblaban afuera esperando el autobús. Bienvenidos a Asturias, la tierra en la que el verano es todas las estaciones. Y es que la gabardina y el bañador conviven en los armarios asturianos, convirtiendo en un reto la elección de ropa. El verano es un entretiempo continuo en el que no puede faltar la rebeca por si refresca y el paraguas por si orbaya.
"Llegó san Xuan y acabó´l veranu", publicaba en las redes sociales el escritor Xuan_Xosé Sánchez Vicente. Nada más cierto: en el ecuador de junio llegó el calor con mayúsculas y Asturias superó los 35 grados de temperatura: terrazas llenas, playas abarrotadas y cambios de armario exprés para hacerse con el vestuario estival. El 21 de junio los asturianos recibieron el verano en tirantes y sandalias... y entonces, se desató la tormenta. Desde entonces, ni un día de playa.
Con semejante panorama no es de extrañar que David García y Tania Ibáñez, modelos asturianos, naveguen en un mar de dudas a la hora de elegir vestuario. Ayer posaron para LA NUEVA ESPAÑA para mostrar la incertidumbre del verano en Asturias. "Estoy indecisa con este tiempo. Suelo ponerme calzado de invierno por si llueve pero dejo la pierna al aire", relata Ibáñez antes de la sesión de fotos. La modelo de 24 años, natural de Gijón, lleva las sandalias en la mochila al trabajo por si hace sol cuando salga. Su jornada empieza muy temprano: a las seis de la mañana. Regenta su propia tienda de repostería y panadería desde hace cuatro años. "Me encanta cocinar y no considero que el mundo de la moda esté reñido con el buen comer", argumenta. Ibáñez confiesa que tiene como aliados los genes y que tampoco se maquilla demasiado ni se gasta un dineral en cremas: tónico y leche limpiadora es lo único que utiliza antes de irse a dormir. Comienza ahora su andadura en el mundo de la pasarela y quiere empezar el próximo curso un módulo de diseño de moda como antesala a la carrera. "Quiero probar por si no me gusta", confiesa.
Más amplia es la carrera como modelo del sierense David García. A sus 31 años ya ha desfilado para la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y ha caminado por las pasarelas locales como la Oviedo Fashion Week o el Gijón Fashion Show. Además ha participado en anuncios variados: "Desde ropa interior a un paraguas", relata. Tiene claro que en Asturias es difícil vivir de la moda y combina los desfiles con su trabajo de camarero. El próximo 13 de julio viajará a Madrid para acudir a los Premios Nacionales de Jóvenes Diseñadores.
Aunque David García avanza con paso firme por el mundo de la moda y no titubea al mirar a cámara, tras los focos se muestra discreto y comedido. No proclama a los cuatro vientos que es modelo y asegura que no lo usa para ligar.
Los armarios de Tania Ibáñez y David García guardan las últimas tendencias: desde las rayas y estampados florales a los pantalones ajustados, pero admiten que la ropa de invierno no termina de abandonarlos. "Yo ya he hecho el cambio de armario pero no bajé las cajas al trastero", dice la joven.
Asturias ofrece un amplísimo abanico de posibilidades para los visistantes: una gastronomía para satisfacer todos los estómagos, unos paisajes que hipnotizan todas las cámaras, mar y montaña. Y una meteorología imprevisible. Para los amantes de la moda tiene su lado bueno: todas las prendas son posibles en el verano astur.
