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La cantera de la Policía centífica

Los jóvenes bachilleres de los campus científicos de la Universidad superan con nota el desafío de resolver un crimen

Por la izquierda, Lucía Usero, Javier Sanmartín, Yaiza López, Pablo Alonso, Elena Pelayo y Aída Ramos.

"Se ha escrito un crimen". Éste era el desafío al que se expusieron en el cierre de los Campus Científicos de la Universidad de Oviedo los siete bachilleres de expedientes brillantes que participaron en la primera semana de esta actividad. Como punto de partida, en el suelo, la silueta de un cadáver. ¿El objetivo? Descubrir al culpable de este crimen ficticio. Para ello contaron con la ayuda de los medios de análisis científico de los que dispone la Universidad asturiana. "Se pondrán en el papel de la Policía científica. Se trata de resolver un crimen analizando las pruebas que ponemos a su disposición, con software de análisis de imagen, espectroscopías, composición del suelo, análisis de huellas y ADN", precisaba David Martínez, técnico de difracción de rayos X, que participaba como docente en la actividad.

Los alumnos se dividieron en cuatro grupos donde ejercían por parejas de policías científicos, que debían competir por ser los más rápidos en determinar la autoría del homicidio. "Es una especie de gymkana en la que tratamos de que conozcan las técnicas que se suelen emplear en estos casos", añadía Martínez. Las impresiones de los participantes eran muy positivas. "Esta actividad me parece muy interesante. Además de ser divertida, es la culminación perfecta a lo que hemos hecho durante la semana", afirmaba la zaragozana Nerea Vega.

"Nos permite aplicar todo lo que hemos aprendido durante la semana", explicaba Javier Sánchez, un joven estudiante valenciano, que en la jornada de ayer tomaba parte en la actividad.

Al igual que el resto de talleres organizados durante estos campamentos veraniegos, el objetivo es que los chavales se familiaricen con las técnicas que podrían serles útiles en su futuro profesional. En este sentido se pronunciaba Nerea Vega. "Yo no tenía claro que iba a estudiar después de acabar la Secundaria. Tras los campus he descubierto un incipiente interés por la genética, todo lo relativo a análisis de ADN. Es probable que mi decisión a la hora de escoger una carrera vaya en función de estos recientes descubrimientos".

Este último día del primer turno de estudiantes participantes en los campus científicos incluía la elaboración y presentación de un proyecto final, en la que se recopilan los conocimientos adquiridos durante los últimos siete días. Los jóvenes no podían evitar sentir una cierta "pena, por despedirse del resto de compañeros procedentes de otras comunidades autónomas, a los que es probable que no volvamos a ver en mucho tiempo", tal y como decía Vega.

Sin embargo, las conclusiones entre los alumnos de 1º de Bachiller, que hoy ponen punto final a su estancia en Oviedo, eran positivas. "Ha sido una experiencia muy buena, tanto por la parte científica, como por conocer a gente de otros lugares y convivir con ellos. Algo totalmente distinto a lo que estoy acostumbrado", relataba Javier Sánchez. Estos campus continuarán el lunes, con un nuevo grupo de estudiantes con expedientes destacados provenientes de múltiples puntos de España, que permanecerán una semana más en Asturias.

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