"Salió guapísima, muy conjunta y en un día estupendo, así que no se puede pedir más, fue perfecta". De esta forma definió la Descarga de este año el presidente de la Sociedad de Artesanos, Juan Manuel Fernández, aún con las lágrimas en los ojos tras 6,33 minutos de tirada ininterrumpida dedicada a la Virgen del Carmen.

Un día soleado, con temperaturas que rondaron los 30 grados consiguieron que Cangas del Narcea se pudiera lucir en la fecha del calendario más esperada por sus vecinos. El buen tiempo y la coincidencia con el fin de semana propició que hasta la capital del Suroccidente se acercasen centenares de visitantes que abarrotaron las calles de la villa desde mediodía.

A las seis y media de la tarde los integrantes de la peña el Voladorón comenzaron la cuenta atrás con sus avisos a golpe de barreno. En ese momento, la gente empezó a buscar las mejores ubicaciones dentro de la villa para disfrutar de la oración de pólvora en honor a la Virgen del Carmen. Los principales lugares de la localidad con vistas al Prao del Molín, donde se colocan el mayor número de voladores, estaban abarrotados y lo mismo sucedía en las laderas de las montañas que rodean Cangas del Narcea.

La Virgen fue puntual a su cita con los cangueses. A las ocho de la tarde el repicar de las campanas anunció la salida de la imagen de la basílica de Santa María Magdalena, tras la misa en honor a las Bienhechoras y Camareras de Nuestra Señora del Carmen. La procesión emprendía así su recorrido de vuelta a la capilla del barrio de Ambasaguas. Cuando pasaban 18 minutos, la Virgen a hombros de fieles coronó lo alto del puente Romano. Protegida por la farola, también conocida como girola, disfrutó del homenaje que los cangueses tenían preparado para ella. Como es tradición, fue el presidente de la Sociedad de Artesanos el encargado de tirar el primer volador. El silbido de su ascenso fue la señal que los 450 lanzadores, acompañados de otros tantos apurridores, estaban esperando para acercar la mecha a sus voladores y llenar de varas y pólvora el cielo cangués. Pasaron tres intensos minutos de tirada a mano cuando se prendió la mecha de las máquinas del Prao del Molín, empezando siempre por la más cercana al río. El encargado de dar inicio a la traca final fue el galardonado con la medalla de oro de Artesanos, el sacerdote Jesús Bayón, que con un mando y desde el puente Romano cumplió con la tradición.

En seis minutos y medio 80.000 voladores salieron al cielo cangués en perfecta sintonía, creando una melodía que logró emocionar a locales y foráneos y arrancó lágrimas de los socios de Artesanos que celebraron con abrazos su Descarga "perfecta".

"La tirada a mano fue preciosa, había unos 50 tiradores más y, al final, la Descarga salió muy seguida", sentenció Juan Manuel Fernández. Desde la plaza Conde Toreno la vio Marcos Fernández: "La traca final fue alucinante, la gente en la plaza no paró de aplaudir y vitorear".

El olor a pólvora y el estruendo de los voladores al explotar en el valle cangués no finaliza con la Descarga. A medianoche las peñas volvieron a tomar el protagonismo con la sexta tirada a mano. Una hora después llegó el turno para el esperado espectáculo pirotécnico nocturno que ayer corrió a cargo de las peñas femeninas la Xarana, la Mecha, la Madreña y la conjunta a cargo la Girolina, la Polvorilla, el Estallido y la Traca.

Cangas del Narcea volverá a temblar y llenarse de emoción en las fiestas de la Magdalena. El viernes a las doce de la noche tendrá lugar la séptima tirada a mano de las peñas, seguida del último espectáculo de fuegos artificiales de las fiestas canguesas. En esta ocasión serán la peñas el Sarmiento Juvenil, la Forca y de manera conjunta la Candelina, el Espolín, la Gandaya, el Palenque y la Tirada, los que llenen de emoción la villa. La última gran tirada será el sábado. Queel ruido no pare.