Prueba superada. El primer intento de hacer tronar el cañón que mañana dará la salida del 81º. Descenso Internacional del Sella se saldó ayer con éxito en Arriondas. Los técnicos de Hunosa transportaron con ayuda de una pluma la pieza de artillería desde la plaza Venancio Pando hasta el paseo Dionisio de la Huerta, donde al filo de las siete de la tarde se ejecutó un primer disparo que resonó por toda la capital parraguesa. La operación fue seguida bien de cerca por Mario García, tornero de Hunosa que durante los últimos meses se encargó de la restauración del cañón, donado en agosto de 1968 a la villa de Arriondas por la Federación Española de Piragüismo a petición del fallecido Juan Antonio Samaranch, que entonces presidía la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes y guardaba amistad con Dionisio de la Huerta, fundador de la prueba deportiva que mañana se disputa entre Arriondas y Ribadesella.

García mantuvo a pie de río una charla con varios componentes del Comité Organizador de la prueba (CODIS) que convinieron en acotar la zona "porque la seguridad es lo primero". Y es que muchos vecinos y visitantes no pudieron resistir ayer la tentación de hacerse un "selfie" con el cañón.

La pieza de artillería se utilizó sólo seis veces para dar la salida de las piraguas junto al puente de Arriondas pues el 18 de julio de 1974 no aguantó la onda expansiva al ser disparada para anunciar las fiestas del Carmen en la villa y reventó en pedazos. Uno de los cascotes produjo un orificio en la fachada de una de las casas de la plaza Venancio Pando.