El festival Euroyeyé no se queda en la música, las adaptaciones que se elaboran en la actualidad de la que fuera la cultura sixties: tiene un campo de representación demasiado grande para que lo hiciera. Los sesenta fueron una época que marcaron un referente en estética, desde las pestañas de Twiggy hasta la iconografía pop art. Una época con una personalidad tan magnética que sería imposible que no siguiera marcando un referente incluso para aquellos que nunca llegaron a vivirla. Adaptarla a las corrientes artísticas actuales, preservando las mejores características de ambas es complicado, pero viendo las obras con las que cuenta el Euroyeyé, puede decirse que es posible. Como incluir un homenaje a la vida salvaje del célebre baterista Keith Moon, famoso por ser uno de los miembros de los "Who", además de uno de los mejores baterías de la historia, todo esto laureado con un comportamiento para el que la palabra excéntrico suena demasiado amable.

Otro de los artistas que participan en este festival es Joaquín Viña con su obra "La crueldad de la estética", una producción de arte pop muy iconoclasta, que mezcla algunas figuras míticas de los años sesenta como es el caso de Twiggy, banderas brítanicas o motivos de las motos vespas con algunas de las producciones pop más miticas. Así, puedes encontrarte un retrato de la modelo cuyos ojos grandes y corte de pelo "bob" revolucionaron el mundo de la estética, fundido con una lata de tomate Cambells, figura inconfundible del repertorio del artista Andy Warhol.

Ayer además de desarrollarse los primeros conciertos del festival, fue un día de presentaciones. A primera hora de la tarde el músico y escritor Andreu Cunill, presentaba su libro "Las aventuras de Sr. Soul". El momento fue descrito por Félix Domínguez, organizador del Euroyeyé como uno de los "más frikis de la historia del festival" ya que el artista tuvo que realizar la presentación a través de skype mientras tomaba un avión de camino a Laos. En un pequeño coloquio, diriguido por Félix Domínguez y el periodista musical Jorge Alonso, Andreu Cunill explicó que el libro apareció cuando "después de estar muchos años escribiendo para 'Ruta66', me decidí a escribir un libro de soul para adultos, hablando sobre discos raros o un poco olvidados. Cuando lo acabé pensé que podría ser interesante hacer otro para niños, así que me puse con ello. Es un libro con ilustraciones y una justificación de todo al final, para que los padres la lean y puedan compartirlo con sus hijos".

Sobre los motivos por los que los niños no suelen conocer estos géneros musicales habla de que "solo se considera cultura a la música barroca y a los géneros clásicos, por eso no se estudia nunca. Aunque es difícil escribir para niños y he recibido alguna crítica diciéndome que el libro es demasiado adulto, pretendo enmendar mis errores y abarcar más géneros musicales con este formato", contó.

El libro de Cunill constituye un ejemplo de como la música puede englobar diferentes plataformas, como es el caso del soporte en papel. Se puede hacer una analogía de esto a la forma en la que los festivales musicales envuelven las ciudades, empapandolas de música y algo más. Ese algo más que despierta la curisosidad la emoción o que hace que más de uno se atreva a desempolvar la parka del fondo del armario.