Arrancó una nueva Semana Grande, que los gijoneses, en su afán superlativo, tienden a engrandecer aún más. "Este año empieza muy fuerte. Nunca nos perdemos el pistoletazo de salida, es tradición. Las fiestas de Begoña aquí las vivimos con mucha ilusión año tras año", cuenta María Iglesias, una gijonesa que había acudido a la plaza Mayor para unirse al alboratado ambiente que se vive en las calles del centro de la ciudad.

Una vez Roberto Álvarez pronunció la última frase del pregón, que cosechó innumerables aplausos, las lágrimas de risa se mezclaron con otras de emoción, cuando una riada de personas comenzó a desplazarse desde la plaza a los bares y terrazas próximos, que estaban ya repletos de clientes.

Algunos se preparaban para asistir al concierto de la orquesta Kubo en la playa de Poniente, o a la gala que puso fin al Festival Internacional de Gaitas "Villa de Xixón", en el que tocaron los asturianos "Lakadarma", los gallegos "Ariños do Castelo de Mos", los británicos "Bagad Karaez" y "The Pipes and Drums Clan Gathering London", y que culminó con la actuación de la banda organizadora.

"El folklore asturiano no puede faltar, y es necesario seguir fomentándolo", señala la gijonesa Noelia Martínez. Los hay que, sin embargo, reclaman la presencia de grupos de música tradicional de otros países, como el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima de México, "que estuvieron estupendos los dos días que actuaron, y que deberían de volver los años siguientes, para conocer todas las cosas bonitas que también hay afuera", reclama Ana Costa Barquilla.

"LLevo tres años fuera y veo muchísima más gente y sobre todo mucho turista extranjero", relata Javier Escandón, un gijonés de la diápora que reside en Holanda pero que ha venido de vacaciones en estas fechas a su tierra, "en parte porque no podía perderme las fiestas de prau y la Semana Grande", explica mientras camina acompañado de su amigo Carlos Díaz, que en contraposición a los que mantienen la grandeza de estas fiestas, piensa que "este año, otros festivales como el Tsunami o Metrópoli han hecho sombra a la programación de agosto, puesto que la propuesta musical echa en falta un poco de rock".

No solo de gijoneses y asturianos vive el divertimento del inicio de los festejos patronales de la villa de Jovellanos. El estudiante madrileño Luis González vino a Gijón advertido por amigos de que "no encontraría mejor fiesta en España que la asturiana". Y lo que vió ayer tarde, tras el pregón festivo fue una ciudad que abre sus puertas al visitante de par en par. "Lo que no pensaba encontrarme era con este ambientazo. Desde luego que con este tiempo y los conciertos, nada apetece más que quedarse en la calle".

Pero como nunca llueve a gusto de todos, hay quien ve aspectos mejorables en el programa de la Semana Grande gijonesa. Entre las peticiones que se echan en falta gana por goleada "poner más actividades e instalaciones para los niños, como Mercaplana, que a veces se cansan de estar andando de arriba abajo", concluye Noelia Martínez.