Aunque Gijón fue una de las últimas paradas, de los "culetazos de la gira de este año", no fue la menos importante. Los veteranos "Sidecars", el grupo madrileño que lleva varios años poniéndole música a los veranos de la ciudad, volvió ayer para darlo todo . Antes de empezar la actuación, ya no cabía ni un alfiler en la plaza Mayor. "Es uno de los conciertos más esperados, estoy segura de que no van a defraudarnos y van a poner la noche al nivel que se merece", afirmó Blanca Romeo, mientras eufórica esperaba a "uno de mis grupos favoritos desde que les conocí hace ya tiempo".

"Amigos de Gijón es un placer estar aquí después de tantos años con vosotros", saludó el cantante, Juancho, a la abarrotada plaza, empuñando bien alto su guitarra. Le acompañaron sobre el escenario Doctor Gerbass, quien dio ritmo al bajo; y Ruly, a la batería. Un cita que sin duda no olvidaría este último, ya que coincidió con celebraba su onamástica y se llevó el regalo del público, que entonó para él "Cumpleaños feliz" a viva voz.

Entre mucha actitud y acordes de guitarras, encendieron la noche con "Fuego Cruzado" de su tercer álbum, para continuar con "Miénteme", y otros de sus conocidos temas como "De película", de su cuarto álbum; "Contra las cuerdas"; y la inconfundible "La tormenta", un título que hizo vibrar al público.

"Que si llueve mucho, que si hace frío, pero nosotros venimos de Madrid que hace 750 grados, y perdonadme los de Madrid pero yo me quedaba aquí sin billete de vuelta", clamó Juancho. Numerosas manos al aire asomaban entre el público para acompañar las letras. "Aquí va la canción que a todos nos hubiera gustado componer", declaró el cantante refiriéndose al "puto genio", según sus palabras, Andrés Calamaro, antes de entonar "Mi enfermedad". Una canción que se ganó el caluroso aplauso del público. "Nos quedaríamos aquí una eternidad", gritó la voz principal. Suerte para muchos que en marzo vuelven a la villa para presentar su nuevo disco.