David Bustamante se siente como en casa cuando pisa Asturias. Esa impresión dio anoche el popular cantante, que cantó en Luanco sus temas más románticos. Los gritos de las fans enloquecidas avecinaban un buen espectáculo en la villa marinera. Y así fue. Bustamante lo dio todo desde el primer minuto. Y repartió amor, mucho amor, fiel al título de su gira: "Amor de los dos".

La actriz candasina Paula Echevarría, esposa del cantante, miraba atenta todos los movimientos, que no fueron pocos, del artista desde la parte de atrás del escenario. Junto a ella, sus parientes y su hija Daniella. Echevarría aprovechó su privilegiada posición para compartir en su cuenta de Instagram una foto de Bustamante en acción y otra previa al concierto en la que informaba a sus seguidores de que iba a asistir al concierto de su pareja con una cariñosa y familiar frase: "A ver a papi!!!" También colgó dos vídeos en directo del concierto. Más leña para la hoguera mediática en la que vive la pareja, que deshoja la margarita de su reconciliación/separación.

El humo inundó el escenario. Al tiempo, gritos de "¡Busta, Busta!" hicieron temblar los cimientos del complejo deportivo de Balbín, donde estos días se celebra el festival "Luanco al mar". El cántabro entró como una exhalación y se hizo grande sobre las tablas. Las primeras notas de "Cuanto te amé" provocaron el éxtasis. Y el artista corría de un lado a otro, moviendo sus caderas. "En Luanco estoy como en casa. ¡Puxa Asturies!", remarcó el cántabro.

Poco a poco, la temperatura comenzó a subir. Y todo ello, pese a que su espectáculo fue el de menor asistencia del festival "Luanco al mar". No importó. El público estaba encantado. El apego de David Bustamante a la "tierrina" es palpable. Ayer llegó a referirse a las hamburguesas Monty, un negocio hostelero de Luanco donde el artista quizá haya degustado algún que otro bocadillo. "A ver si me invitan", espetó justo después, entre bromas.

El artista llegó al recinto de Balbín hacia las 20.30 horas en una furgoneta negra con los cristales tintados. Poco después, Paula Echevarría entró al recinto de "Luanco al mar" en el mismo vehículo y se encaminó a la zona reservada para los artistas, lejos del bullicio del público.

El espectáculo no dejó indiferente a nadie. Ni a Paula Echevarría ni a los cientos de fans que se agolpaban en las primeras filas y que no querían perderse detalle de uno de los pocos conciertos que el de San Vicente de la Barquera ofrecerá este año en Asturias.