Las figuras del toreo llevan varias temporadas anunciándose con sus toros. Para ellos es un seguro lidiar toros de Garcigrande y Domingo Hernández pero para el ganadero, Justo Hernández, supone una responsabilidad. Un año más vuelve a El Bibio donde los triunfos le preceden.

-Regresa a Gijón. ¿Qué ha seleccionado para esta cita?

-Esta una feria muy apetecible. Es un placer venir a Gijón. Luego nunca sabes qué tienen dentro los toros y está la incertidumbre lógica.

-¿Cuántos toros ha reseñado?

-Ocho. Es una corrida abierta de sementales. Somos una ganadería muy amplia y eso facilita que vaya así. Las corridas deben ir siempre lo más abiertas posible de sementales para que haya variedad de comportamiento.

-Las figuras siempre quieren anunciarse con sus toros.

-Que los toreros que antes eligen ganaderías cuenten contigo es uno de los sueños que tiene uno cuando se mete a ser ganadero. Pesa la responsabilidad aunque sí es un orgullo que quieran matar tus toros.

-Cría, selecciona y tarda cuatro años en ver los resultados. ¿Cómo es la espera?

-En la ganadería hay cosas que se pueden solucionar y otras que no. Una de las que no, es que los toros se lidian con cuatro años y tienes que esperar a ver el trabajo realizado, pero como no se puede solucionar no vale lamentarse, entra dentro del juego.

-¿Una tarde mala puede empañar una trayectoria?

-Las tardes malas enfrían la imagen de tu ganadería y a uno mismo le afecta moralmente. Piensas si merece la pena toda esta lucha, pero después de tantos años, por suerte o por desgracia, hemos tenido de todo. Sí es cierto que a veces los éxitos te pueden equivocar más que los fracasos. Luchamos para el triunfo y cuando no se consigue hay que intentar aprender.

-¿Qué debe tener un toro de lidia para ser completo?

-Uno ya no busca el toro completo, lo busca con personalidad y que permita al torero emocionarse para así emocionar al público. Para eso no es necesario que el toro sea completo. Lo importante en una corrida de toros es fomentar la afición, que el público se divierta y mañana vuelva a pagar una entrada.

-Hay críticas al monoencaste, aficionados que dicen que sólo se torean toros de encaste Domecq, como el suyo. ¿Qué opina?

-Históricamente, todos los ganaderos han intentado hacerse con los mejores animales de la cabaña brava. Esta última ola de comprar toros de encaste Domecq lleva muchos años y ese monoencaste del que hablan se está dividiendo en muchos encastes.

-Prosiga.

-Hay cinco o seis ganaderías que están funcionando del encaste Domecq. Pensar que todos los toros son iguales porque vengan del encaste Domecq ya no se le ocurre a nadie. Hay mucha diferencia entre Victoriano del Río, Juan Pedro Domecq, Núñez del Cuvillo o Jandilla. Cada uno tiene una personalidad tan propia que se podría decir que son encastes distintos.

-¿Qué le parece el torismo?

-El torismo fue una solución emocional al espectáculo cuando el guarismo y los kilos que se exigían hicieron que ganaderías grandes comenzaran a caerse. Esa separación de torismo, como si el torismo creara emoción, ya está en desuso. Ya ha pasado a mejor vida.

-Hábleme de cómo ve a los antitaurinos.

-Los antitaurinos son personas desinformadas, que están lejos del toro bravo. A ningún antitaurino le ha dado por cuidar o conocer un toro bravo, si lo hicieran se volverían taurinos desde el minuto uno. Pero me preocupa porque se está politizando la Fiesta. Me da miedo porque te hace ser partícipe de la política cuando toros y política nunca han ido de la mano.

-¿Es viable la corrida sin sangre que proponen en Baleares?

-Es una ley con el objetivo claro de acabar con la Fiesta. Por tanto, mi máximo rechazo. No han tenido valor a prohibirlo a lo bestia, pero sí hacer daño. Para mí no tiene validez alguna.