Más que simples carrozas, las creaciones que desfilan en Valdesoto se han ganado con creces el título de obras de arte sobre ruedas. El ingenio de una decena de peñas se ve reflejado en los elaborados diseños y en las animadas interpretaciones teatrales que escenifican durante tres largas horas por las calles del pueblo sierense. Pero cada construcción esconde un arduo trabajo, con horas de dedicación y pasión festiva por el que es ya un evento ineludible en el verano de Asturias.

Una sola agrupación aglutina a algo más de una decena de personas, las cuales suelen dedicar hasta siete meses para preparar las carrozas. Todo en una confección que se prolonga hasta el mismo día antes del desfile, cuando es fácil ver a las peñas ultimando algunos detalles. Además, de media cada proyecto cuesta de seis mil a siete mil euros, un gasto que las asociaciones afrontan a través de actividades que organizan durante todo el año, como rifas o fiestas. Otro punto importante son los materiales empleados: hierro, madera, ladrillo y piedra son habituales, si bien abundan otros dos, el porexpan y el pladur. Lo más complicado de todo el proceso, reconocen desde las peñas, es reforzar la seguridad sobre la plataforma -camiones o tractores- , pues es habitual que los escenarios construidos pesen centenares de kilos.

Lejos quedan los orígenes de San Félix hace más de medio siglo, cuando por las cuestas desfilaban carros del país, recuerda Ana María Gutiérrez vecina de Valdesoto. "Hace años, era la condesa de Villarea (dueña del Palacio del pueblo), quien venía acompañada de su escolta para entregar los premios al final del acto", cuenta esta veterana asistente a la celebración sierense.

Otro punto curioso fueron los jurados encargados de puntuar las carrozas, secreto guardado con celo por la organización hasta el último minuto. Camuflados en diferentes puntos del recorrido, una quincena de jueces profesionales se encargaron de valorar varios aspectos de cada obra, desde el trabajo escénico hasta la apariencia del proyecto. Miguel Ángel Peinado, miembro del grupo de teatro Kumen, era uno de ellos: "nuestra labor es calificar de mejor a peor las actuaciones, luego se otorgan las notas según la posición".

Pero más allá de puntuaciones, en Valdesoto hubo una vencedora por unanimidad: la diversión