La asturiana Carla Álvarez Sanjurjo (Gijón, 1996), que el día 26 de agosto defenderá sus dotes como piloto sobre las cuatro ruedas de su León Supercopa en la subida a Castrillón del Campeonato de Asturias de Montaña, lleva el ritmo de las carreras en la sangre: a los siete años, se plantó delante de unos chicos mayores que ella y les pidió que le dejasen probar a conducir su kart. "A mi padre siempre le habían gustado los coches y me llevaba a las competiciones; un día, quise probar suerte al volante", explica la joven, que actualmente compatibiliza su mayor hobby -también como parte del equipo de Formula Student de la Escuela Politécnica de Gijón- con sus estudios de cuarto curso en Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Oviedo.

A los nueve años se presentó a unas pruebas convocadas por la Federación Asturiana de Automovilismo para posibilitar la participación de un niño en el campeonato regional de karting: obtuvo la beca y el primer puesto del podio. Desde entonces, no ha dejado de rodar. "Hasta los diecisiete, competí en karting y entrenaba todos los fines de semana en los que no había campeonatos; desde los catorce, intercalaba estos entrenos con el slalom", explica.

El gran salto llegó al cumplir su mayoría de edad. Entonces cambió el karting por las subidas de montaña, un tipo de pruebas en las que "memorizar cada curva es fundamental". Con una media de subida de 117 kilómetros por hora, Carla Álvarez advierte que "no tienes tiempo para pensar, así que necesitas saber con exactitud en qué curva te encuentras, cómo de larga es, por dónde tienes que ir...". Para ello, "repaso el recorrido antes de cada carrera a bordo de mi coche de calle; el resto, lo aprendo revisando los vídeos grabados con la cámara trasera del vehículo de anteriores campeonatos".

La del próximo día 26 de agosto en Castrillón será la antepenúltima etapa del Campeonato de Asturias de Montaña, donde la gijonesa intentará arañar algunos puntos para subir de la tercera posición, que actualmente ostenta, a la segunda. De conseguirlo, se erigiría en subcampeona del Principado tras las carreras de El Sueve y Cudillero, que pondrán punto y final a una competición en la que solo dos chicas participan. "Al principio, resultaba bastante raro, pero la gente ya se va acostumbrando; entre los pilotos soy como uno más", asegura.

Aunque no descarta probar suerte en el mundo de los rallyes, la joven deportista pretende continuar fiel a las subidas de montaña al menos un año más. "Me gustaría presentarme de nuevo al Campeonato de Asturias y hacer alguna prueba del de subidas nacional. Y es que Carla Álvarez prefiere "aprender antes a ir rápido en montaña". La razón es que, en su opinión, es un tipo de carrera "más técnica porque, al tratarse de subidas de unos tres minutos, si cometes un error lo pagas bastante más que en un rally, donde hay mayor margen de rectificación".

Además, la promesa del motor asturiano, que se encuentra en busca de un patrocinador que le permita continuar con sus periplos como piloto de carreras, reconoce que "correr en un rally es más difícil de financiar". El automovilismo "es un deporte muy caro y todos los que han llegado a pilotos profesionales es porque lo han pagado; a mí me encantaría convertirme en uno de ellos, pero está complicado", confiesa la joven corredora, que encuentra en la subcampeona del mundo de rally de 1982, la francesa Michèle Mouton, su principal fuente de inspiración.

Entre tanto, Carla Álvarez Sanjurjo aspira a "participar en alguna prueba de circuitos del Campeonato de España de Resistencia, ya que el Seat León Supercopa es un coche competitivo y querría aprovecharlo", explica. Poco a poco, con cada carrera y cada nuevo mérito deportivo, la joven gijonesa se asegura de que su sueño automovilístico continúe yendo sobre ruedas.