Se vuelve a estar la mar de bien en el parque del Muelle, que es la sede del veterano festival La Mar de Ruido: trece ediciones contra viento y marea. Y tan campante. La segunda jornada, la de anoche, comenzó con Nacho García cantando eso de que "oscuridad es tu noche / negra te llaman también", enfundado en su traje oscuro y con "Las partículas elementales" (su banda) tan oscura como el letrista. Fue el estallido de una noche que se alargó hasta primeras horas de la madrugada, en un parque abierto de par en par a la celebración (tres bares, dos puestos de comida) y música de la buena para dar y tomar.

Durante toda la tarde, las cuatro bandas que tenían hueco en el segundo día de La Mar de Ruido probaron sonido. Así se pudo ver a "The Blow Monkeys", los de Robert Howard, dándolo todo a base de riffs. La banda había llegado a Avilés el viernes por la noche, cenaron en un sidrería y se dejaron ver por el parque del Muelle entero y completo. Y es que el personal no puede olvidar "It Doesn't Have to Be This Way", que es un tema grabado a fuego en la memoria de los que se reunieron pasadas las diez de la noche. Un jolgorio "nuevaolero" con una cerveza en la mano y, en la otra, un bocadillo de lomo de casa.

Quien le dio el relevo a los británicos fue Mikel Erentxun, que es un hombre de largo recorrido, que llegó con disco incorporado, pero que también decidió hacer memoria sobre su repertorio, que es largo y lleno de clásicos. Y no sólo por "Canciones", que fue el título insípido del primer disco de los "Duncan Dhu", que es el grupo en el que Erentxun comenzó a ser el hombre que ahora es y que anoche en el Muelle se lo pasó tan bien. Cerraron los avilesinos de "Fever".

La tercera jornada, la de hoy, es de son y de música racional. Michael Lee Wolfe se turna "tex mex" con la formación "Maraya Zydeco", pero los que convertirán en una plaza de música y danza: "Los Jóvenes Clásicos del Son", que es una agrupación musical que llega directamente de Cuba para caldear la noche avilesina.