La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La nómada asturiana que no teme viajar a dedo

Andrea Bergareche ha logrado hacer de sus aventuras por el mundo un medio de vida, con un exitoso blog y un libro publicado

Bergareche, camino a Ivalo, Laponia.

"Nunca hubiera creído que este proyecto llegaría tan lejos y que podría vivir de viajar", confiesa Andrea Bergareche, asturiana nacida en Llanes que, a sus 25 años de vida, ha recorrido más de veinte países, muchos de ellos completamente sola y a dedo. Confiando en la bondad de las personas que paraban para llevarla hasta su siguiente destino, Bergareche tiene en su contador más de 10.000 kilómetros, más de 200 automóviles en sus viajes desde Argentina a Laponia y cientos de historias. Aventuras que luego narra en "Lápiz Nómada", un blog que creó hace ya tres años, considerado referente en su sector, con 22.000 visitas mensuales y, lo más importante, que le permite vivir de lo que más le gusta.

Andrea Bergareche es licenciada en Bellas Artes con un año de Periodismo, artista, autora de "Mi primer viaje", tatuadora y nómada digital; es decir, es uno de esos profesionales que utilizan las nuevas tecnologías para trabajar desde cualquier parte del mundo y vivir de ello. "Aunque no soy millonaria, puedo comer con esto, hago lo que más me gusta, puedo trabajar desde donde quiera y cuando quiera y elegir con qué empresas me interesa trabajar; tengo mucha libertad", cuenta Andrea Bergareche, orgullosa de sus logros. Entre la publicidad que genera el blog, publicaciones que escribe para otros portales de viajes, el libro y los tatuajes, la asturiana va sumando su propio sueldo.

Su aventura comenzó en 2015 cuando, después de dos años viviendo en México -lugar donde realizó el intercambio en la universidad y que ahora considera su segunda casa- y una pequeña discusión con su novio de entonces, decidió dejarlo todo y embarcarse en esta aventura que lleva más recorrido del que hubiera imaginado. La llanisca cuenta cómo al principio le costó mucho dar el paso y precisamente fue ese miedo lo que la llevó a abrir un blog para expresar sus dudas y sentimientos.

Desde hace ya tres años, las ruedas de su vida no han parado de girar. Siempre sin saber dónde estará el mes siguiente. "Los viajes se van haciendo a sí mismos. Nunca cojo billete de vuelta y yo decido cuando ir, a dónde, y cuándo volver. Voy improvisando", explica.

¿Su seña de identidad? Mucha creatividad, algo de valentía y un pulgar levantado. Andrea Bergareche afirma, convencida, que no viaja a dedo por ahorrar, como muchos piensan, sino porque lo considera una filosofía de viaje que permite acercarse a la gente: "Es muy enriquecedor porque te puede parar un camionero, un empresario o un ama de casa. De esta manera conoces todos los estratos sociales, te cuentan curiosidades del lugar y vas recolectando las historias de la gente". Tampoco cree que viajar sea cosa solo de jóvenes, porque lo importante es "el espíritu" y cita el ejemplo de "Kandy la mochilera", una mujer de 70 años que se dedica a viajar por el mundo: "Ella, si tuviera que viajar en un maletero, lo haría", asegura la joven.

Llegados a este punto, muchos se preguntarían: ¿Una chica sola viajando? ¿No es peligroso? Andrea Bergareche cuenta con esa duda, porque ella misma la tuvo y, en su blog, aparte de compartir experiencias, anécdotas y recomendaciones sobre los lugares que visita, también busca eliminar ese estigma que la sociedad no parece superar. "Quiero decirle a todas las mujeres que no tengan miedo. Cuando empiezas a viajar sola te das cuenta de que el mundo es un lugar mucho más hospitalario de lo que nos han contado y, al final, nunca estás sola. Sin tampoco ser inconscientes, todas podemos hacerlo y es una de las mejores experiencias que hay, porque empodera y da seguridad", asegura.

Pero no todo es "color de rosa" en la vida de una nómada, y la asturiana confiesa que ella también tiene "días grises" donde lo único que le apetece es "ver series y comer helado". Días en los que piensa sobre su futuro, sin perder ese optimismo que la caracteriza: "Mis amigas ya están con novio, con trabajos estables e incluso planeando tener niños, y yo aquí viajando por el mundo. Pero tampoco me hubiera imaginado estar donde estoy ahora y lo estoy, así que algo llegará". Pase lo que pase, ella siempre considerará este tiempo como un "regalo" que se ha hecho a sí misma.

Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina, Cancún, México o California son algunas de las paradas que lleva dando por el globo. Pero, como buena asturiana, siempre vuelve a la tierrina: "Cuando entro por Bilbao y veo el Cuera se me pone el corazón nervioso. Por mucho que uno viaje, siempre vuelves y piensas que Asturias es un paraíso".

Andrea estaba ayer en Llanes con sus padres. Sus planes para hoy pasan por hacer barranquismo. Mañana pondrá rumbo a Berlín, su siguiente destino. En septiembre se irá a Australia. Dentro de un año, ¿quién sabe?

Compartir el artículo

stats