Gijón tenía sed de sidra. Miles de personas se dieron cita ayer en Cimadevilla para degustar la sidra de 23 llagareros, que escanciaron alrededor de 27.600 botellas con motivo de la 26.ª fiesta de la sidra natural. El festejo se convirtió, para muchos, en la mejor forma de "calentar" antes del primer partido del Sporting en El Molinón y aficionados del equipo gijonés y el Lugo compartieron culinos rodeados de buen ambiente, lo que provocó que el color rojiblanco tomara cada rincón de la plaza Mayor y la plaza del Marqués.

"No se me ocurre ningún plan mejor que venir ahora a con los amigos a probar la sidra antes de volver a ver al Sporting en El Molinón", decía Alfredo Martín. La lluvia no impidió que gijoneses y visitantes aguardaran bajo el agua para recibir sus culinos gratuitos. Sin embargo, Antonia Sánchez sí lamentó que "el mal tiempo haya estropeado una de las fiestas más guapas del verano", aunque en Asturias, como aseguraba Sánchez, "estamos más que acostumbrados a ello". Joel Hernández llegó a la plaza Mayor con su camiseta del Lugo y acompañado de sus dos hijas, Noelia y Estefanía. El lo tenía claro: "Esta visita a Gijón con motivo del encuentro entre Sporting y Lugo no podía haber llegado en un mejor momento". El fiel seguidor lucense se mostraba "muy feliz de estar de vuelta en una tierra como ésta, donde, además, las dos aficiones somos casi como hermanos", declaró el joven.

La banda de gaitas "Villa de Xixón" fue la encargada de amenizar la celebración. "A cualquier asturiano le tiene que gustar esto: sidra, bollos preñaos y el sonido de las gaitas... Sólo falta un buen plato de fabes", bromeaba José Luis Nuñez. La fiesta contó también con visitantes llegados desde Madrid y alrededores. Es el caso de Iván Suárez, Raquel Arnedo, Gustavo Vidal y Joaquín Santana, un grupo de amigos que aprovecha sus vacaciones "para visitar el norte de España, huir del calor y disfrutar de la gastronomía". Después de pasar por la costa de Cantabria llegaron a Asturias "dispuestos a probar mucha sidra". Ayer tuvieron la oportunidad de hacerlo. Y gratis. "Es imposible que no te guste este tipo de fiestas. Hay buen ambiente, buena gente y mucha comida y bebida para todos", señalaba Iván Suárez, quien también afirmó "no haber visto tanta sidra junta antes". Y así fue como, entre litros y litros de sidra, gijoneses y visitantes pusieron el broche de oro a nueve días de la Fiesta de la Sidra Natural.