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Mascotas a cuerpo de rey en Asturias

Desde descensos en canoa hasta aperitivos compartidos: la región ofrece infinidad de posibilidades de ocio con perros

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Locales amigos de las mascotas

Hay días en los que todo aquel con perros a su cargo se pregunta qué hacer con ellos para pasar la jornada. Pues bien, entre otras cosas, Asturias esconde infinidad de posibilidades para disfrutar junto a los más peludos de la casa. Desde planes urbanos hasta escapadas rurales, pasando por ideas junto al mar convierten a la región en una meca para canes.

Ir a la playa siempre es bueno para que los perros se esparzan, y la región acoge varios lugares orientados a ese fin. La playa de El Rinconín en Gijón, la Cala Saliencia en Cudillero, una parte del Playón de Bayas en Castrillón y la Playa de Cambaredo en El Franco son los cuatro arenales asturianos oficialmente autorizados para pasar el verano con canes a orillas del Cantábrico. Sin embargo, en muchas otras playas del Principado se permite la entrada a mascotas fuera de la temporada de baños.

También en los entornos urbanos existen espacios acotados para perros. Gijón cuenta con 42 zonas verdes destinadas al disfrute de los animales, que pueden correr y jugar sin necesidad de correa o bozal. Oviedo sólo dispone de dos zonas específicamente destinadas a ello, una en el Parque San Francisco y la otra en La Corredoria, si bien en La Fresneda (Siero) existe desde hace unos meses un parque de agilidad para perros de más de 250 metros cuadrados. Y en Avilés no llega a consumarse el acotado de una zona para mascotas.

Otra opción para disfrutar de la naturaleza con canes es haciendo senderismo. El Principado cuenta con gran cantidad de rutas repartidas por toda su geografía, orientadas a diferentes tipos de públicos en función de sus niveles de dificultad. Los Lagos de Covadonga, por ejemplo, son un paraje plagado de sendas idóneas para aquellos que se inicien en el caminar con perros. Algo más alejada, en Somiedo, la braña de "El Llamardal" es atravesada por varios trayectos de unos cinco kilómetros de longitud pero dirigidos a gente con algo más de experiencia en montaña. Por el Occidente, la ruta de las Hoces del Esva, larga (7,3 kilómetros), lineal y con desniveles, viene bien a todos aquellos que quieran disfrutar de un refrescante paseo junto al río que separa Valdés de Tineo. Y si lo que uno desea es pasar el día a la vera del mar , destaca la senda de San Emeterio, en Pimiango (Ribadedeva), una sencilla caminata circular que atraviesa un histórico bosque de encinas próximo a la cueva de El Pindal.

Aunque sin duda, la ruta por excelencia en el Principado es la del Cares. Eso sí, tanto perros como dueños han de estar en forma para recorrer los 11 kilómetros que separan Poncebos de Caín. Todo sin olvidar recorridos tan populares como la Senda del Oso, la Ruta del Alba o el Desfiladero de las Xanas.

Pero para los primerizos quizás lo mejor sea hacer el paseo en compañía. Lo dice Almudena Suárez, representante de NaturAller, una empresa de turismo activo que desde hace dos años organiza rutas con perros por toda Asturias dentro de un proyecto solidario llamado "Montecan". "Una vez al mes hacemos un itinerario para todos los niveles avalado por profesionales y luego destinamos el importe de la inscripción a una asociación benéfica", relata Suárez. Con esta idea pretenden que la gente se inicie en una actividad "que acerca al animal a la naturaleza" y a la vez dar recomendaciones a sus dueños a la hora de salir de ruteo. "Todo perro puede hacer cualquier caminata accesible, eso sí, depende de la experiencia, de la edad, de la planificación del trayecto, del municipio o de la época del año en que uno decide calzarse las botas", afirma la montañera.

La compañía allerana oferta también una posibilidad de ocio más atrevida: el descenso en canoa del río Nalón. De abril a octubre permanece abierto el plazo para ir aguas abajo desde Las Caldas hasta Trubia acompañado por la mascota, que eso sí, deber ir pertrechada de salvavidas canino. Este plan se extiende al famoso Sella, donde empresas como Jaire Aventura o Los Cauces planifican la experiencia en canoa con merienda para el can incluida.

Para perros y dueños atléticos existe otra actividad muy en boga últimamente y que ha ido haciéndose hueco en el Principado: el "canicross". Esta modalidad deportiva consiste en correr junto al animal unidos por un arnés. Oficialmente sólo existe un club en la región, el "Galgadas Canicross Asturies" de La Fresneda, que organiza quedadas de forma asidua para darse a conocer, así como competiciones puntuables a nivel internacional.

Acceder a los espacios privados con amigos peludos también ha dejado de suponer un inconveniente. En ese sentido, Gijón es una de las ciudades más destacadas en lo que a aceptación de perros se refiere. Desde el año pasado, el plan "Gijón yes mi can" fomenta la conciliación entre personas y mascotas en sus calles y facilita el esparcimiento canino por todo el concejo. Según los últimos datos de Gijón turismo, casi 200 locales hosteleros, 30 hoteleros y otras 40 tiendas permiten el acceso a perros en la ciudad. Todos ellos lucen un distintivo identificativo en sus puertas. Aunque para conocer mejor cuáles son, resulta muy útil el "Perriplano", una recopilación elaborada por el colectivo animalista gijonés Fauna Urbana y que se encuentra disponible en su web.

Ejemplo de negocio amigo de las mascotas es la cafetería Royal, en Gijón, la cual destaca por una cosa: en ella también hay tapa para los animales. "Nosotros venimos todas las mañanas, yo desayuno y él toma su aperitivo; y así un montón de perros más", señala el gijonés Gil Calleja, un habitual del local, que ayer estaba allí con su mascota "Tito". El hecho de que se permita la entrada de los animales a los establecimientos provoca agradecimiento en los clientes, para quienes sus perros "lo son todo; son fundamentales; son nuestros colegas", asegura Calleja.

La iniciativa de la cafetería Royal atrae a un público "que se siente discriminado por no poder entrar con los animales a algunos bares", explica su propietario, José Ángel Díaz, quien añade que esa situación "es muy mala para los negocios porque muchas personas pasan de largo al no admitir a sus mascotas".

Entre jamón york, correas y ladridos pasan las jornadas más de medio centenar de las cafeterías gijonesas, en un ambiente donde los perros son los protagonistas y que propicia a "no acordarme del nombre de los dueños sino de sus mascotas", indica Díaz.

En el ámbito regional no existen cifras oficiales, pero ateniendo a webs como "www.mascotasbienvenidas.es", perteneciente al grupo Royal Canin, el número de establecimientos de todo tipo que admiten canes en Asturias se acercaría a los 900. Entre ellos cámpines, alojamientos rurales y hoteles son mayoría. Como el apartotel Campus, de Oviedo, cuyo propietario Sergio Renard cuenta su experiencia: "Nos dimos cuenta de que cada vez venía más gente con mascotas y nos propusimos captar ese segmento que aún sigue en crecimiento". Lo que diferencia a este alojamiento del resto es que permite a los perros permanecer en la habitación mientras sus propietarios se encuentran fuera del hotel, algo que Renard afirma "el cliente agradece mucho". El hotelero cuenta que perfil del visitante con mascota es el de un profesional que viene a trabajar largas temporadas a la capital pero no tiene dónde dejar al animal.

Por el contrario, si lo que uno necesita es dejar atendido al perro unos días mientras se va de descanso, en Asturias hay varias residencias caninas . Una es el Hotel Pinar del Rey, situado en Quintueles (Villaviciosa). Su dueña, Maya Gunther, que lo abrió hace 12 años, fue experta en adiestramiento de perros de rescate y antidroga en el ejército suizo. "A la gente que le importan sus mascotas les de igual pagar estos servicios", dice Gunther, los cuales comprenden desde recogida a domicilio, pasando por paseos y baño diario.

Con respecto al transporte, Asturias sí pone algunos impedimentos al desplazamiento con perros. En Cercanías Renfe y trenes Feve la normativa asegura que la mascota, sea cual sea su peso, podrá viajar gratis siempre que vaya provista de bozal y correa. Los ferrocarriles de media y larga distancia así como los buses ALSA sólo permiten subir perros de menos de diez kilogramos dentro de un transportín y, eso sí, pagando billete. Los autobuses urbanos de las principales ciudades asturianas no permiten el acceso a animales, lo cual viene siendo una fuente de debate. En taxis sí hay profesionales que admiten mascotas en sus vehículos. Como el ovetense Pablo Rodríguez, que proporciona este servicio desde 2015 en un vehículo (el número 266) que ha adaptado al transporte animal.

En definitiva, infinidad de posibilidades para convertir a los perros en protagonistas hacen de Asturias un auténtico "paraíso canino".

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