"Dalí" no pintaba nada, pero tuvo un final glorioso. El jumento cruzó en solitario la meta y se llevó para Luanco el triunfo en la carrera de burros de las fiestas de Manzaneda sin saber que su dueño, Justo Menéndez, no daba un céntimo por él antes de la carrera. Tampoco le preocupaba porque "lo que importa es la fiesta, verás que jolgorio". Previamente hubo carreras de caballos. Mezclados y purasangres. Un porte extraordinario, un galope elegante? pero sin la gracia de los borricos. Un caballo de raza pura se salió en una curva por la velocidad. Impensable para "Dalí", "Benigno", "Platero" y "Pinto".

La salida fue igualada, aunque el asno "Benigno" (el mismo nombre que su dueño, según testimonio de los competidores), montado por "Ríchar", tomó la delantera brioso. El resto, a rebufo. "Dalí"... La verdad, no se contaba con él. "Es rápido, pero no gira", contaba Justo Menéndez antes de la salida. Y una curva con un borrico que no gira es mucha curva. Pero "Dalí" logró enfocar la recta final. En el camino se quedaron "Platero" y "Pinto", dispuestos a avanzar únicamente si daban una previa media vuelta. "Si aquí se salió un purasangre...", pensarían. "Benigno" (el burro) cedió terreno ante un compañero que pintaba muy bien, veloz, directo, sin presión hacia la siguiente curva, bien manejado por Pablo Jiménez , que afrontó en solitario la línea de recta entre los aplausos de una afición que supo reconocer el esfuerzo de jumento y jinete. Si hoy van a cenar a la carpa de Manzaneda, reconocerán a Pablo Jiménez porque será el que más cara de contento tenga. El premio, la cena.