¿Qué importan veinte minutos cuando se han esperado 26 años? Sharleen Spiteri y los suyos repetían en la Laboral un cuarto de siglo después de su última visita a Gijón. Un largo viaje de ida y vuelta desde "Texas". Por eso a nadie le importó la demora -que siguió a la sorpresa que fue escuchar como teloneros a "Kvasir" con un proyecto de música muy alejado del sonido "Texas"- y cuando se oyeron los acordes de "The conversation" y la veterana líder de la banda escocesa pisó el escenario ya todo era ovación, palmas, bailes... un público totalmente entregado.

Puede que entre los miembros de la generación Texas que se dieron cita en la Ciudad de la Cultura, la mayoría entre los cuarenta y los cincuenta años, esté diagnosticado algún que otro achaque motivado por la edad pero, ayer, no se dejó sentir. Todo el mundo en pie y entregado desde el primer tema a la fiesta y la nostalgia. Palmas, gritos, aplausos. Y lleno hasta la bandera en un patio de butacas con más de 1.400 asientos.

Auténtico fervor desde el minuto uno que fue a más cuando la banda regaló como segundo tema de la tarde-noche uno de los grandes éxitos de su dilatada historia, "Summer son". Luego llegarían "Halo", "Everyday now", "Thrill has gone" y así hasta una veintena de piezas. Algunas del disco que presentan en esta gira internacional , "Jump on board", y otras muchas de los de una larga trayectoria musical que empezó en 1986 en Glasgow. Durante los casi 30 años de carrera la banda ha conseguido vender alrededor de unos 35 millones de discos. Por algo será.

Sharleen Spiteri es la imagen, la voz y la fuerza de "Texas". Suyo fue el escenario... y el patio de butacas al que se acercó para hablar con alguno de sus fieles. Ella encantada y el público más. Tan encantada la escocesa que se puso a escanciar un culín de sidra como si estuviera de fiesta con los colegas. ¿Cómo no se iba a venir el público arriba?

Sus deseos fueron órdenes. Incluido acompañar la balada "In demand" con un juego de luces creado con las linternas de los móviles de los asistentes. La versión moderna de aquellos encendidos mecheros de otros tiempos. Casi en la despedida del concierto Sharleen tuvo un recuerdo para Dolores O'Riordan, la fallecida vocalista de "The Cramberries". Más emoción y nostalgia en una recta final llena de superéxitos como "Lover".