Un aerógrafo, un artista, una modelo y, sobre todo, talento. Todo lo necesario para hacer una obra de arte corporal. El "body paint" llega a Metrópoli de la mano de Hugo Maciel ("Hugo MacArt") y la Academia de Aerografistas de Asturias.

"El body paint es un arte muy apasionante que no es exclusivo de la aerografía pero que encaja bastante bien e, incluso, suele ser más espectacular hacerlo con aerógrafo que con un pincel, aunque éste lo utilizamos cerca de los ojos para que sea más delicado", afirma Hugo Maciel. Se puede tardar "entre 2 y 12 horas" en completar el trabajo: "Depende del grado de detalle".

El aerógrafo es la herramienta con la que estos artistas pintan sus obras, que, afirman, "aunque sea una forma alternativa de hacer un 'cosplay' (caracterización de un personaje), la clave no es pensar sólo en que se está haciendo un traje, sino en hacerlo como una forma de expresión artística". Por su parte, las modelos, Patricia Pérez y Laura García, que fueron pintadas de "Mística" y "Capitana América", cuentan que "al principio da más corte, pero la timidez se pierde rápido. De hecho, la ropa interior tapa nuestras partes íntimas, sobre todo pensando en los menores. Algunos te consideran una exhibicionista, pero también hay gente que le encanta", explica Laura García. Aunque muchos puedan pensar lo contrario, "no sólo lo hacemos en mujeres, también en hombres", afirma el artista. Una técnica, la aerografía, no sólo utilizada en el "body paint", sino también para pintar coches, camisetas o murales.

"Hay gente que piensa que pintar un mural con un aerógrafo es vandalismo. La diferencia está en que nosotros lo hacemos legalmente, si no fuera así, sí que sería vandalismo", asegura el aerografista Adrián Martín, que ayer mostró junto a varios compañeros el arte dar color a la vida.