La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Geología: ciencia para saber dónde se pisa

Jóvenes brillantes de toda España conocen de primera mano la labor de quienes evitan que haya sorpresas en las grandes obras de infraestructuras

Varios alumnos del campus, durante una de las clases impartidas por el profesor Luis Alberto Pando. C. DÍAZ

Moles de precio astronómico horadan como topos kilómetros de variopintos materiales, en un proceso en el que el más nimio error de previsión costaría millones de euros.

Las tuneladoras, muy ligadas a Asturias por su característica orografía abrupta, no dejan de ser herramientas al servicio de la geología, una ciencia "que va más allá de paleontólogos, sismólogos o vulcanólogos que aparecen en las películas", afirma Luis Alberto Pando, profesor de esa disciplina en la Universidad de Oviedo.

Atentos a las explicaciones del doctor, en el aulario de la Facultad de Geología ovetense, se encontraban ayer por la mañana media decena de estudiantes procedentes de institutos de toda España. "Está siendo una experiencia increíble, aprendes técnicas nuevas y descubres investigaciones muy interesantes", cuenta Marián Rojas, una joven granadina cuyos planes pasan por estudiar Física y Matemáticas.

Rojas es una de los casi 1.600 alumnos de ESO y Bachillerato con expedientes brillantes que participarán en los Campus Científicos celebrados este verano en 13 centros nacionales.

Ayer, los jóvenes pudieron comprobar la importancia del análisis del subsuelo en la ingeniería de manos del profesor Pando: "No estudiar bien el terreno puede tener unas consecuencias cuyo coste es mucho mayor al de cualquier buen estudio geotérmico previo", asegura.

De ejemplo les puso la Variante de Pajares, una obra faraónica, pero con sobrecostes y retrasos. Y es que el interior de la Tierra "encierra sorpresas como hinchamientos del terreno, huecos, filtraciones o materiales inestables, de las cuales el diez por ciento pueden ser graves", explica el doctor ovetense.

Tras esa breve lección magistral, los estudiantes visitaron el museo de las instalaciones, la mejor colección mineral del norte del país, acompañados de su director, Luis Miguel Rodríguez.

"Que encontremos fósiles en los Picos de Europa no significa que el mar llegase hasta allí, sino que la orogenia ha restado unos ocho mil metros a la cordillera", les contó Rodríguez para demostrar la importancia que la metamorfosis geológica ha tenido en la región.

El conservador de la exposición también los ilustró en la diferencia entre cristal y vidrio, un error muy común para los no iniciados y que reside "en la diferente composición atómica y molecular de ambos".

Quedan dos días más de actividades para esta primera tanda de 30 alumnos, que serán relevados por otras tres en lo que resta de julio. Hoy, una excursión a la región de Babia, en León, les servirá de práctica para asimilar lo aprendido.

Compartir el artículo

stats