Balonmano callejero, yincanas y todo tipo de juegos que, sumados a la estancia en el camping de Deva, son los ingredientes con los que cuenta el Campus de Raúl Entrerríos, que tiene el objetivo de que los jóvenes descubran Gijón, siempre con el balonmano de plato principal.

Ya por su tercera edición, este año participan 106 niños llegados de ocho comunidades autónomas distintas. Un evento con una semana de duración, pero que ha ido doblando el número de inscritos en cada uno de sus tres años de existencia, así como sus actividades.

El principal aliciente, tal como explica Entrerríos, son "las buenas instalaciones que tenemos en Gijón", una de las características más importantes del evento. Un lugar donde se juntan niños y niñas de entre 8 y 16 años para disfrutar de su deporte favorito. Uno de esos que en ocasiones pasa inadvertido para muchos, por lo que han decidido implantar en esta edición el balonmano callejero. Una modalidad que no busca otro objetivo: "empapar de este deporte" a la ciudad, señala el internacional gijonés, capitán de los "hispanos" en el oro del último Europeo.

Con once integrantes en el staff técnico, Entrerríos tiene claro que, pese a la gran variedad de ofertas de este tipo, lo que tratan de conseguir todos los profesionales es que los chicos "se lo pasen bien", con una gran oferta de actividades "divertidas" marcadas por el entorno que ofrece Gijón. Además, lo más importante, tal como explica el campeón del mundo, es "sobre todo que tengan conciencia de los valores que conlleva el deporte", haciendo hincapié en la convivencia y el respeto al compañero. Pero, aún por encima, sitúa que "hacen buenos amigos", tal como explica el jugador blaugrana.

Unos valores que reciben jóvenes como Hugo, un gijonés de 14 años que lleva siendo participe de las tres ediciones. Siempre con el objetivo de "aprender más del balonmano", y que es algo que se nota ya que "con Raúl mejoras mucho". Además, a lo largo de estas tres ediciones se han ampliado la oferta de eventos, como "el balonmano callejero, que está bien, o los juegos nocturnos", señala Hugo.

El gran éxito de esta iniciativa también reside en la capacidad para atraer a jóvenes de muchas partes de España, como es el caso de Alba. Esta joven, de 13 años y residente en Torrejón, viene a la ciudad de su abuela por segundo año consecutivo para disfrutar del campus. Un hecho marcado porque "es uno de un jugador profesional". Asimismo, destaca las "veladas por las noches", algo que está claro que atrae a los inscritos para viajar hacia Asturias, ya que la oferta no se centra únicamente en el balonmano, sino que se ofrece un amplio abanico de posibilidades de ocio.

Sobre el futuro, Entrerríos tiene claro que pese al éxito palpable con el incremento de inscritos, el deseo es que su cita deportiva sea "un clásico del verano en Gijón", ya que sólo van por la tercera edición y "siempre hay que mejorar".

En cuanto a la actualidad del balonmano de la ciudad, Entrerríos remarca que está sujeto al aspecto económico, "algo que nos limita muchísimo". Una circunstancia que se ha podido ver en los últimos días con el caso del Mavi, un club que pese a quedar cuarto en su liga no podrá competir por Europa. Se quedan sin el premio ganado sobre el parqué a causa de la falta de dinero. Una situación en la que debe haber apoyo de las instituciones, pero donde también "tenemos que intentar crecer hacia un modelo de deporte con financiación privada", señala Entrerríos, destacando que este deporte "tiene muchísimo retorno" con muy poco dinero.