El comandante Che Guevara o el impulsor de la finca Guadalupe, Íñigo Noriega, y su mujer Lupita, fueron sólo algunos de los personajes que ayer participaron en el desfile de la 12.ª Feria de Indianos de Colombres (Ribadedeva). Equipados con guitarras y acordeones hicieron las delicias de cientos de visitantes entonando canciones como "Guantanamera", "La Bamba" o "Cielito lindo". Pero si hubo un protagonista indiscutible en la feria éste fue el pueblo cubano, a quien por segunda vez se rindió homenaje.

Por eso, el cónsul de Cuba en Asturias, Galicia y Cantabria, Ángel Torres, no quiso perderse la cita. "Es muy gratificante que existan estos lazos de unión tan fuerte entre culturas. Estos eventos sirven para que los jóvenes conozcan la historia", celebró. Torres puso en valor la labor desarrollada por decenas de asturianos en Cuba en áreas como la medicina, la banca o el comercio. Como ejemplo de colaboración entre ambos países señaló al cubano Manuel del Busto, descendiente de avilesinos y proyectista del Centro Asturiano de la Habana. También tuvo palabras de gratitud, entre otros, par a el mulato Ignacio Piñeiro, a quien las leyendas atribuyen la creación del himno "Asturias, patria querida".

No faltó la nueva delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, quien invitó a acoger a los emigrantes que a diario recalan en la costa europea siguiendo el ejemplo de América, "que también tuvo las puertas abiertas para nosotros y nos ofreció la oportunidad de prosperar". También participaron representantes de Pradoluengo (Burgos) y Comillas (Cantabria), con quien Ribadedeva constituyó una red de municipios indianos para difundir el patrimonio. A todos dio las gracias por su presencia el regidor , Jesús Bordás, quien adelantó que Cuba y Méjico serán países recurrentes para ambientar futuras ferias por ser los lugares que más ribadedenses acogieron en el pasado.

Tras el pregón, que este año corrió a cargo de la Asociación de Festejos de San Juan de Boquerizo, llegó el turno de la música cubana. Entre quienes no dudaron en marcarse unos bailes, vestidas de riguroso blanco, se encontraban medio centenar de mujeres de la asociación "Dulce Chacón" de Castrillón. "Vinimos el año pasado y como el ambiente era tan bueno repetimos", apuntaban asociadas como Tory Alonso. En el bar " Rincón Cubano", Elisa Borbolla no daba abasto a servir mojitos enfundada en un vestido de volantes. A su lado, la cubana Aleida Díaz ofrecía café de comercio justo traído de Sierra Maestra, junto al que descansaban algunas de sus obras de arte hechas con semillas del Caribe y papel maché. Los amantes de la gastronomía pueden seguir dando buena cuenta hoy en Colombres de platos típicos como ropavieja, picadillo a la habanera, cerdo al mojo u hojaldres de maní en el kiosko de la asturiano-cubana Ana Rodríguez.