Las nubes se abrieron ayer a mediodía en Cangas del Narcea para dejar que el sol se colase en la celebración de La Romería del Prao del Molín, la cita campestre que da inicio a las esperadas fiestas canguesas del Carmen y la Magdalena, la popular y famosa Descarga, de hoy en una semana. Los cangueses aprovechan este día para vestir de nuevo sus coloridas camisetas de las peñas de la pólvora y reunirse alrededor de una mesa, un acto que a lo largo de las próximas dos semanas se repetirá en unas cuantas ocasiones más, pero entonces no en un mismo lugar, sino cada cual en diferentes ubicaciones de la villa, habilitadas en estas fechas para acoger sus casetas, toldos y mesas.

Durante toda la mañana, el Prao del Molín recibió un constante goteo de romeros que llegaban para coger sitio e ir preparando su zona de comida. A partir del mediodía, las mesas ya comenzaban a llenarse de los platos típicos de una fiesta de prao como son las tortillas o las empanadas, alternándose además con otros menús más elaborados como las parrilladas e incluso las paellas.

No obstante, lo importante del día para nada era la comida, sino los reencuentros y dar el pistoletazo de salida a las fiestas patronales. "Es el mejor día del año en Cangas, para mí incluso mejor que el día de la Descarga, porque es cuando nos juntamos todos", asegura Jesús Pastrana, de la peña "el Espolín".

Un día de unión que nació hace 20 años con el empuje de la peña juvenil "Barriga Hubiera" y que no ha parado de crecer en sus dos décadas de vida. "Los primeros años no había casi ni bar, por la tarde se organizaban juegos tradicionales para los chiquillos y aquí éramos cuatro, pero fue creciendo hasta convertirse en un día más dentro de las fiestas del Carmen", destaca Suso Rodríguez, de la peña "El Refuerzo".

Las comidas de las peñas se mezclan con las de familias y grupos de amigos, incluso en las mesas de las propias peñas se integra a familiares y amistades. "Es la primera actividad de la peña y además está abierta a que participe también nuestra familia, el resto de días es solo para los miembros", señala Avelino Fontaniella, de la peña "el Sarmiento".

La sección tradicional de la Escuela de Municipal de Música es uno de los grupos, al margen de las peñas, que se reúne en el Prao del Molín desde hace 10 años. No solo se juntan para comer, sino para darle un toque de romería tradicional a la fiesta con sus bailes y su música. "Venimos a disfrutar de la Romería, pero también a traer un poco de folclore y recuperar la esencia de las romerías tradicionales", explica su directora Maribel López Parrondo.

La Romería coincidió este año con la primera jornada de novenas en honor a la Virgen del Carmen, día en el que tradicionalmente las peñas de la pólvora se reúnen para cenar, por lo que ayer muchos vivieron una celebración doble.