- En su novela buscaba a los muertos. ¿Les encontró?
-Sí, a todos. Incluso a los que no esperaba. Yo creo que la gracia está en que buscaba muertos reales, mis muertos, los de mi familia. Con la sorpresa de que no sabía que algunos de ellos fueron asesinados.
La escritora y periodista afín a Podemos Cristina Fallarás Sánchez (Zaragoza, 1968) no tiene pelos en la lengua. Habla sin freno de la memoria histórica, del feminismo, de la política, del periodismo... A la "Semana negra", que define con cariño como "un certamen literario de feriantes, en el que la cultura está ligada a lo popular", ha venido a presentar su último libro: "Honrarás a tu padre y a tu madre". Una novela en la que habla de su abuelo fusilado Félix.
- ¿Fue difícil romper con el silencio del franquismo en su casa?
-Dificilísimo. España es un país construido sobre el silencio. A veces me preguntan: ¿Cómo puede ser que, cuarenta años después, la memoria histórica todavía siga en pelota, todavía sigamos hablando del Valle de los Caídos? Y yo les contesto: "No, no seguimos hablando, empezamos ahora". ¿Por qué tanto silencio entonces? Porque las familias se han callado.
- ¿Qué fue lo que más le impresionó descubrir de su abuelo?
-Una cosa es saber que te falta un abuelo y otra muy distinta ver: Félix Fallarás Notibol, 32 años, carpintero, asesinado contra la tapia del cementerio de Torrero, 5 de diciembre del 36. Quería sentir pena, tristeza... Pero me di cuenta que no podía sentir el duelo de alguien que no me faltó. Yo no es que no hubiera perdido a mi abuelo, es que no lo tenía, nadie me había creado un afecto. Y es muy importante eliminar la culpa que eso produce.
- La sentencia de "La Manada" ha alimentado la lucha feminista. ¿Cómo valora esta escalada de reivindicación?
-Es un arranque, hemos avanzado muy poco. Socialmente, nosotras hemos evolucionado mucho; sin embargo, la construcción de la justicia, de la policía, del machismo es fortísima. Yo esperaba una condena leve, pero hasta tal punto no. Decir que no hubo imposición de fuerza cuando una muchacha entra con cinco tíos y la penetran por todos los agujeros, uno detrás de otro... No hombre, no, métete tú con cinco maromos. Yo creo que todas las mujeres hemos sufrido violencia machista. Es cierto que no todas hemos sido violadas, pero no conozco a ninguna mujer que no tenga miedo a andar por la calle sola por las noches. Eso es violencia machista. Por eso, la lucha no ha hecho más que empezar; la respuesta de los machos machistas está siendo descarnada. Hay foros organizados, como Foro coches o Burbuja, para humillar y amenazar a la mujer. Eso que sucede en las redes sociales tiene una repercusión en la calle y no nos estamos dando cuenta. Llevamos en tres días cuatro asesinadas. Imagínate que fueran cuatro políticos, cuatro inmigrantes, cuatro perros... Si hubiera cuatro perros asesinados en España en cuatro días los telediarios abrirían con ello. ¿Por qué con nosotras no?
- Sánchez en el gobierno y Rajoy de vuelta al registro de la propiedad. ¿Qué opina?
-La alegría que me causa ver a Mariano Rajoy y al PP fuera del Gobierno tiene poca comparación con nada. Han robado todo lo que somos, han destrozado lo público... El ejemplo más bestia para mí -fíjate que está la Gürtel, la Púnica, todo Valencia- es la impunidad con la que Ana Botella regaló pisos de vivienda social a un fondo buitres. Hubo suicidios a raíz de eso. Y no pasó nada, esta señora no está juzgada.
- ¿Cómo lleva las críticas? Le acusan de ser la Cristina Cifuentes de Podemos, de robar una pasta de dientes...
-El robo de la pasta de dientes está explicado en un vídeo que colgué yo, nadie descubrió nada. Y no sólo lo cuelgo, sino que lo reivindico. En ese vídeo narro el proceso de desahucio y lo que significa el empobrecimiento. No me da ninguna vergüenza. Cristina Cifuentes robó unas cremas siendo rica y política. Pero me importa un pito. Estoy muy orgullosa de cómo soy y cómo he sido. Todo lo que puedan sacar de mí, ya lo colgué yo antes en las redes
- Acaba de ser nombrada nueva consejera de RTVE. ¿Qué retos se fija?
-No tengo ni idea. Me hace mucha gracia: Fallarás quitará los toros, Fallarás quitará la misa... Parece que cuando yo llegue va a haber un tsunami que se van a caer las catedrales. Mi papel ahora no es pensar qué hacer, mi papel es defender lo público y por eso imagino que me eligieron. Yo estaré para vigilar que no haya dispendio, incultura y que la televisión pública participe en la construcción de una sociedad mejor.
- ¿Qué futuro tiene el periodismo?
-No lo sé, el problema de los medios de comunicación es que ya no podemos comer de nuestro trabajo. Hay periodistas que no pueden pagar el alquiler de su casa, la comida y los suministros; eso significa que ha muerto el periodismo. Yo de esta profesión espero que retrate a la sociedad y por tanto las injusticias, la precariedad y el dolor de los trabajadores. Ningún medio de comunicación que tenga a sus trabajadores sometidos a un régimen por el cual no pueden vivir ni comer va a reflejar la realidad.
