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JOSÉ LUIS GIL | Actor protagonista de la obra "Cyrano de Bergerac", que visitará el teatro Jovellanos

"Me gusta el vértigo que me da el teatro"

"Mi personaje de Cyrano hoy en día tendría muchos seguidores en las redes"

El actor José Luis Gil.

El actor José Luis Gil descubrió por primera vez la historia del poeta y dramaturgo francés Cyrano a los 13 años de edad. El personaje, pese a su gran valía, no se atreve a declararse a su amada Roxana por tener una nariz desproporcionadamente grande y, por tanto, por no sentirse digno de ser amado por un ser que él considera perfecto. Gil, décadas después de leer por primera vez esta historia, lleva ya meses interpretando el papel de Cyrano en la capital y, el próximo 13 de julio, visitará el Teatro Jovellanos.

- El éxito de "Cyrano de Bergerac" en los teatros de Madrid estará siendo ilusionante para todo el equipo, pero usted se enamoró de este papel con solo 13 años.

-Pues sí... Siempre me gustó muchísimo la historia de Cyrano, me emocionó por primera vez cuando empecé a estudiar teatro a la edad que dices y ahora por fin se ha hecho realidad. Queríamos hacer esto un poco por iniciativa propia, pero la de Cyrano no deja de ser una obra clásica que necesita de unos mínimos para poder hacerse como se quiere y se debe, por eso acabamos en una compañía privada. Fue muy bonito ilusionar y convencer al resto del equipo y, bueno, aquí estamos. Después de una gira que ha durado ya meses, queda esa escapadita que haremos a Gijón y varios meses más de funciones. Le tenía mucho cariño a Cyrano, pero lo de ahora ya es amor.

- ¿El Cyrano que vamos a ver en el Jovellanos tiene algún matiz distinto que le haga especial?

-Vais a ver un Cyrano muy teatral. Pesan mucho las referencias cinematográficas de esta historia pero, en realidad, su historia es puro teatro. Volvemos al Cyrano original, en ese sentido. El reto fue hacer que ocho actores cuenten toda su historia en poco más de dos horas, pero no se podía hacer una versión nuevo de algo que ya se ha contado. Tenemos al Cyrano que yo me había imaginado, ese que al principio puede parecer un poco pretencioso, ese gran intelectual que, en realidad, vive gracias al motor del amor que siente por su prima Roxana. Ella acabará por enamorarse de un tercero, pero lo hace gracias a las cartas que Cyrano escribe en su nombre. Veréis la ternura y el sufrimiento del Cyrano de toda la vida.

- Es una historia casi universal, mucha gente puede sentirse identificada con Cyrano, con sus complejos y con su amor inalcanzable.

-Yo por supuesto que sí. Descubrí a Cyrano con 13 años y me sentía como él antes incluso de conocerle. Es tan complejo... Pese a todas sus cualidades se siente un perdedor.

- Fue verdaderamente un poeta muy válido.

-Poeta, intelectual, dramaturgo, astrólogo, espadachín... Fue un hombre muy culto y sumamente interesante. Por ejemplo, cuando se pavonea y se bate en duelo con un extraño suele deberse a que ese alguien no tuvo la inteligencia suficiente de elaborar una broma original sobre su nariz. Es decir, le molestaba más la falta de ingenio en el comentario que el propio hecho de ser insultado. Eso es maravilloso. Y decía antes que siempre se consideró un perdedor, pero en realidad yo creo que no se puede triunfar en todo, sino que lo importante es triunfar como persona viviendo una vida plena.

- ¿Cómo viviría Cyrano en los tiempos que corren? ¿Sería más difícil para él vivir con sus complejos?

-Yo creo que n los tiempos que corren Cyrano tendría muchos seguidores en las redes sociales. Como era tan inteligente, daría igual que fuese feo. Se haría muy famoso, seguro, y saldría en la televisión. Pero dudo que él quisiese esa fama. Él lo que quería era vivir su amor de la forma más honesta posible, tenía un miedo tremendo al fracaso y, por ello, aunque se sentía capaz de batirse a la espada con desconocidos no era capaz de retarse a una batalla en el amor. Prefería vivir ese amor ayudando a un compañero que arriesgarse a no vivirlo de ninguna otra manera.

- Hablando también de las redes sociales, decía esta semana el director que con la obra empatizan mucho los adolescentes.

-Sí, porque entre otras cosas se habla del tema del físico, de la percepción del cuerpo. Hoy parece que si alguien no lleva tatuadas cincuenta cosas y no luce un cuerpo de gimnasio está ya fuera de la normalidad. Pero en los tiempos que corren vivimos también el concepto este de la contrabelleza, ese deseo de ser distinto a los demás. No sé hasta qué punto Cyrano se sentiría desubicado porque, de una manera u otra, estaría siguiendo una tendencia y es algo que, la verdad, no le pega. Pero claro que todo el mundo empatiza con él, con ese resignarse ante un amor imposible y conformarse con verlo desde fuera. Cyrano escribe cartas de amor con la firma de otro solo para que su amada sea feliz.

- La obra es bastante distinta a su trabajo en la serie de televisión "La Que Se Avecina". ¿Se siente más cómodo en un escenario o en una pantalla?

-Cyrano es una situación muy especial porque interpretarlo, para mí, es un sueño. Lo estudié con 13 años y nunca, jamás, pensé que yo llegaría a interpretarlo. En "La Que Se Avecina" me siento muy cómodo porque el equipo ha decidido mantenerme ahí durante todos estos años y el personaje, aunque llevó un tiempo construirlo y modelarlo, ya está bien formado. Ya lo tenía en "Aquí no hay que viva". Pero, respondiendo a tu pregunta, me siento más cómodo en un teatro por esa sensación de vértigo, eso de jugársela cada día. No importan los aplausos de la noche anterior porque el público de hoy es distinto y tienes que ganártelo desde cero. Siempre sentí ese gusanillo en el estómago con esas cosas. En el cine, sin embargo, nunca sentí eso, porque me pierdo toda la producción tras el rodaje y nunca sé cómo queda el trabajo hasta el estreno oficial.

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