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Gijón
Ver a adolescentes y niños lanzarse al mar es habitual en el puerto deportivo y la zona cercana a la playa de Poniente.
"Cuánto más alto y peligroso, mejor". Esta es la máxima que repiten muchos adolescentes que en verano buscan puertos o rocas desde las que saltar para zambullirse en el mar. En Asturias hay numerosos lugares donde los jóvenes acuden en busca de adrenalina y en los que, muchas veces sin saberlo, ponen en riesgo sus vidas. "Saltan por diversión y no tienen en cuenta que la marea cambia y puede ser peligroso", explica Asier Rodríguez Pérez, coordinador de salvamento marítimo de la Cruz Roja en Gijón.
Saltar desde rocas, acantilados o muros del puerto es una práctica habitual para muchos jóvenes en los meses estivales. Estos saltos, aunque están muy extendidos, no tienen ningún control y muchas veces pueden resultar peligrosos. Otro de los problemas que plantea es que gran parte de los que los practican son adolescentes menores de edad. Es el caso de la joven que esta semana sufrió un grave accidente en el muelle del Gayo, en Luanco. Lo que iba a ser un salto con una amiga acabó con la menor hospitalizada tras haberse golpeado contra el asfalto.
Desde el equipo de salvamento marítimo de la Cruz Roja explican que la mayoría de los jóvenes salta sin tener en cuenta que la marea puede cambiar y que pueden golpear contra el fondo. Ignoran también las corrientes que puede haber en las zonas donde se practican los saltos. Además, estos chapuzones muchas veces se realizan fuera de las zonas de baño vigiladas, lo que en caso de problemas también puede dificultar el rescate. "Buscan adrenalina y no conocen el peligro", explica Asier Rodríguez.
A lo largo de toda la costa asturiana existen muchos lugares donde la gente se tira al mar por diversión. En ciudades como Gijón es una práctica habitual que, a pesar de la vigilancia, se repite tanto en el puerto deportivo y sus alrededores como en la escalera 0 de San Lorenzo, uno de los lugares más frecuentados para estos saltos y también uno de los más peligrosos.
En playas y puertos de toda la costa asturiana es común ver a menores saltando al agua en zonas no vigiladas. Esto ocurre incluso en algunos lugares turísticos como Rodiles, donde los jóvenes saltan desde un puente del paseo, o Luarca, donde es normal ver incluso a niños zambullirse en el puerto.
Navia
Está prohibido zambullirse en la zona del muelle y, aunque pueden multar por ello, hay personas que lo hacen. Otra de las zonas frecuentadas por jóvenes para saltar es el espigón de la playa.
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Asier Rodríguez: "Ni las vallas ni las señales paran a la gente"
El "pasotismo" de los jóvenes ante las prohibiciones de saltar o bañarse en los espacios fuera de las zonas de vigiladas es otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los servicios de salvamento. "Ni las vallas ni las señales van a parar a la gente, se siguen tirando aunque estén", comenta Asier Rodríguez. Concienciar y educar sobre los riesgos a los bañistas es la mejor medida de prevención de accidentes, según el coordinador de salvamento marítimo de Cruz Roja en Gijón.
Estas zambullidas se hacen muchas veces en zonas donde el baño esta prohibido; sin embargo, los jóvenes ignoran o desconocen la prohibición. En busca de adrenalina y lugares cada vez más altos desde los que saltar, se meten en zonas no vigiladas, donde no pueden tener una respuesta inmediata en caso de emergencia.
Muchas veces el desconocimiento de estas zonas se convierte en un peligro. Conocer la profundidad y como cambia con las mareas, los objetos o rocas que hay en el fondo y las corrientes de la zona, es esencial para poder hacer un salto de forma segura. Sin embargo, la mayoría de los que practican estas zambullidas ignoran estos detalles fundamentales.
Desde el grupo de salvamento marítimo de Cruz Roja en Gijón señalan que la concienciación sobre los riesgos es la clave para evitar accidentes como el ocurrido en Luanco. Los jóvenes tienen que conocer los peligros y las zonas donde se bañan para que lo hagan de forma segura. "Lo importante es concienciar a la gente, hay que educar para que vean el peligro", explica Asier Rodríguez.
Luarca
Los jóvenes, e incluso niños, suelen saltar al mar junto al puerto y en la zona de la lonja. Un área peligrosa por el paso de los barcos y las corrientes de la ría.
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Luanco
Es habitual ver a jóvenes saltar desde el muelle del Gayo. Un muro de más de 4 metros de altura donde tuvo lugar el último accidente causado por este tipo de zambullidas.
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Rodiles
Es una de las playas más visitada de Asturias en la que, para alguno, el puente de su paseo se ha convertido en un trampolín donde el principal peligro es el fondo de rocas.
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Llanes
El puerto y la playa de Puerto Chico son los sitios más frecuentados para saltar. Los barcos amarrados y la poca profundidad de la playa con la bajamar los convierten en un peligro.
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