La fe y alegría sirvieron de paraguas a todos los devotos de la Virgen del Carmen que, por culpa de las fuertes lluvias que acompañaron el final del domingo, vieron frustradas sus intenciones de procesionar por las calles aledañas al templo con la patrona de los mares. "Aunque el tiempo no estuvo a nuestro favor, la iglesia estaba más o menos llena", aseguró el párroco Fernando Llenín, que ayer vivió su primera festividad en honor a la santa como guía del templo de San José.

El Salve Reina supuso el preludio musical a una celebración religiosa en la que estuvo en todo momento muy presente "la reina de los mares". La lluvia no arreciaba, pero los feligreses -las tres cofradías de la ciudad ansiaba procesionar con la Virgen alrededor del templo- buscaron solución a la meteorología para cumplir con el homenaje. Es por ello que, tras la misa, se dio paso a una pequeña procesión por el pasillo central hasta la entrada de la parroquia la cual, en compañía de la banda sonora de la Agrupación Musical del Sagrado Corazón de Jesús de Oviedo, que ayer actuó con integrantes de todas las edades, desde los ocho hasta los 81 años.

La imagen, bajo techo, fue llevada en volandas por miembros de las tres cofradías gijonesas -la Santa Misericordia, el Santo Sepulcro y la Santa Vera Cruz- que desde hace años, después de recuperar la Semana Santa en Gijón, han logrado impulsar la religiosidad popular en la ciudad. El auge de la fe tiene su prueba en la presencia ayer de varios jóvenes. "Me hubiese encantado, pero no habría sido capaz de sacar a la Virgen con esta lluvia, tanto por ella como por los instrumentos", señala el joven Diego Villán, integrante de una de las cofradías gijonesas, que ayer se resignó ante la meteorología. Villán colabora especialmente en atraer a nuevas generaciones a las citas religiosas, pues tiene claro que "la gente joven hace mucha falta en este tipo de celebraciones. Sería un placer contar con más, quisiera animarles a que vengan, por lo menos, a verlo".

El epílogo estuvo también lleno de música, con la interpretación de la canción "Cerca de ti", que fue "interpretada mientras el Titánic se estaba hundiendo", según cuenta la propia agrupación. "Es preciosa, muy emotiva, me parece muy buena elección", valora Alonso Menéndez, uno de los asistentes. En su opinión esta ceremonia "es un acto muy importante; en mi caso es algo que viene de muchos años atrás, porque mi madre se llamaba Carmen y falleció hace exactamente 46 años. Casualidades de la vida".

El acto fue cerrado con la interpretación del Himno de España y un pequeño aperitivo.