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El hombre pájaro asturiano

El avilesino Nel Ánxel martínez, uno del medio centenar de practicantes en españa de la arriesgada modalidad del salto base, con un traje de alas acrílicas

El hombre pájaro asturiano FERNANDO RODRÍGUEZ

El asturiano Nel Ánxel Martínez Cernuda es un Ícaro de alas acrílicas que practica uno de los deportes considerado entre los más peligrosos del mundo: el salto BASE, una disciplina muy arriesgada del paracaidismo que consiste en saltar desde objetos fijos. Las siglas BASE_hacen alusión a las cuatro categorías de lugares desde donde se realiza el salto: ´Building´ (edificios), ´Antenna´ (antenas, chimeneas, torres de tendidos eléctricos) ´Span´ (puentes y viaductos) y ´Earth´ (riscos, acantilados).

"Antes decían que los que se lanzaban a volar con avionetas eran unos ´locos´. Hoy día todo el mundo viaja en un avión comercial y dicen que es uno de los medios de transporte más seguros que hay", recuerda el saltador, que acumula una experiencia de más de quinientos saltos en paracaídas y más de doscientos saltos BASE, los cuales ha realizado en distintos países europeos como Portugal -donde se inició, realizando su primer curso -, Noruega, Italia o Suiza.

"Para iniciarse en esta especialidad es necesario realizar primero un curso de paracaidismo, que sería el equivalente a aprender a ´gatear´ de los humanos, aunque luego vemos que el paracaidismo y el salto BASE son bastante distintos entre sí. Por ejemplo, en el paracaidismo tienes que saltar con los brazos hacia adelante, sin embargo, en el salto BASE debes saltar con los brazos hacia atrás para alejarte de la pared de la que te lanzas, que es uno de los componentes de peligro", explica el asturiano.

Nel Ánxel, que ayer pronunció una conferencia en el Antiguo Instituto, dentro del programa de actos del Festival Aéreo que se celebra el próximo domingo, mostró a los asistentes un traje de alas, también conocido como "wingsuit", hecho de tela acrílica, que utiliza en sus vuelos. Este traje de color azul es utilizado tanto en salto BASE como en paracaidismo para poder planear y recorrer largas distancias mientras se está en el aire. "Un buen ´wingsuit´ puede costar sobre 2.000 euros. No se fabrica en España porque somos muy pocos quienes practicamos esta disciplina", cuenta este arriesgado deportista nacido en Avilés.

El riesgo que conlleva este deporte reside en el hecho de prescindir del paracaídas de emergencia, ya que no hay tiempo suficiente para su despliegue. El wingsuit permite planear en una relación de 2,5: por cada metro que el saltador cae, avanza 2,5 metros en horizontal.

Uno de los problemas con los que se encuentran los saltadores de esta modalidad en España, menos de cien, es que está prohibido saltar desde espacios naturales protegidos, lo cual, asegura Nel Ánxel, es "muy triste" y "una pena porque podría dejar beneficio económico en Asturias al poder venir miles de personas a saltar aquí, por ejemplo en los Picos de Europa porque se trata de un entorno idílico". Además, el saltador insiste en que "la montaña está para disfrutarla con el deporte, no sólo para caminar. Los que más ensucian la montaña son, de hecho, las personas que caminan", señala.

Aunque algunos tachan esta disciplina como "el deporte más peligroso del mundo", Nel Ánxel asegura que "son muy pocos los accidentes que hay si lo comparamos con la cantidad de saltos que se realizan. Hay gente que salta incluso todos los días y nunca le ha pasado nada". Y añade que "es una pena que las noticias que llegan sobre salto BASE se refieran solo a tragedias".

Para el saltador avilesino, la práctica de este deporte supone "cumplir el sueño que tienes de poder volar cuando eres niño. Hay algunos que sí nos hemos decidido a seguir detrás de ese sueño y hoy en día es posible hacerlo realidad".

Volar permite, tal como relata el deportista "contemplar Asturias desde el aire, un privilegio que todos deberían disfrutar, por lo menos, una vez en la vida, aunque sea sin saltar", afirma.

El Festival Aéreo ya está en capilla y este año contará con exposiciones del Círculo Aeronáutico Fernández Duro en la Colegiata del Palacio de Revillagigedo y en la Antigua Rula, del Ejército del Aire.

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