La patrulla "AeroSparx" se encargó anoche de hacer las delicias de los transeúntes de la bahía de San Lorenzo, momentos después de que desapareciesen los últimos rayos de sol. Dentro de la edición 12+1 del festival aéreo, el objetivo no era otro que mostrar un pequeño avance de lo que se podrá presenciar a lo largo de hoy. Por ello, poco antes de las 22.30 horas, esta patrulla aérea comenzó a sobrevolar la zona, captando con el leve sonido de sus motores a todo aquel que paseaba por allí, y que, de repente, se vio obligado a girar la cabeza y apuntar al cielo para ver qué ocurría.

La zona del cerro de Santa Catalina, el paseo marítimo, y varios de los balcones de primera línea de la playa, fueron los lugares escogidos por las personas que ya llevaban un rato esperando que comenzase el novedoso espectáculo. Y es que, estas actividades son un gran atractivo para los llamados "spotters", los aficionados a observar aviones de todo tipo, así como a un gran número de curiosos que se acercan para no perderse lo que está sucediendo.

Fueron las luces de colores que portaban las aeronaves en sus alas el preludio de lo que se iba a vivir allí. Con las únicas luces de las farolas y los locales de la zona como acompañantes, las aeronaves comenzaron a realizar diversos movimientos que dejaron a los más pequeños, y a los no tan pequeños, "embobados" mirando hacia el cielo sin apartar la vista ni un segundo. "Cómo mola, esto sí que no lo había visto en mi vida" o "es espectacular", se escuchaba entre los asistentes. Además, un pequeño grupo se ha preguntado "¿cómo van con la pirotecnia con la cantidad de combustible que llevan esos aparatos?".

Poco después, la patrulla comenzó a utilizar los elementos de pirotecnia con los que venían incorporados. Estas luces fueron las encargadas de mostrar la estela de las naves, que, con sus cambios de dirección a gran velocidad, dejaron un camino bien señalado. El rastro de luz cayó sobre el agua de la playa de San Lorenzo, dejando una de las imágenes del verano gijonés. Una bonita panorámica sobre la bahía que dejó encandilados a todos los asistentes del paseo marítimo. "Es algo diferente, y verlo en la bahía es más especial", comentó Sergio Cabrera acompañado por su pareja, Cristina Rivero. No obstante, apuntó que "pasa bastante tiempo entre que los aviones se marchan y vuelven, y no sabes si han terminado". En la misma línea se mostró Lucía Ramos, que "esperaba más; han sido dos luces y no ha sido para tanto".

Durante el resto del día, gijoneses y turistas ya disfrutaron de los vuelos de los aviones "Harrier", más conocidos como "cazas", entre otro tipo de aeronaves; así como de diversos helicópteros que sobrevolaron el cielo de la localidad asturiana a baja altura.