Si a los más profanos de los lectores les cuentan que quien se subió anoche al escenario del parque de los hermanos Castro es un tal Benito Antonio Martínez Ocasio, seguramente se preguntarían y quién es él y a qué dedica el tiempo libre. Sin embargo, los más jóvenes, los que se pirran por el trap y el reggaetón, responderían al unísono que quien responde a tan floreado nombre de galán de telenovela es, ni más ni menos, que Bad Bunny, una de las referencias de la música urbana del panorama latinoamericano.

Cinco minutos antes de iniciarse el concierto, un cronómetro gigante fue descontando los segundos que quedaban para la aparición del astro. Cuando se acercaba el segundo cero, todos los móviles estaban en alto para inmortalizar el momento. Al sonar "Estamos bien" se desata la locura colectiva. Sobre el escenario, del que emergen ráfagas de humo y fuego, dos pantallas anuncian proyecciones cuando suena "Me acostumbre", con seis bailarinas rodeándolo, con mono ajustado de leopardo.

La tercera es "Diles", y todas las voces corean cada estrofa de cada canción. Sobre todo cuando alcanzan los acordes de "Si tu novio te deja sola". La mayor parte del público se apelotona cerca del escenario para tener bien cerca a su ídolo. El público, que ya había montado una fiesta previa antes de que apareciera Bunny, se entrega, cuando el artista hace dúos con artistas que aparecen en las proyecciones, como Karol G en "Ahora me llama". Tras decir que había practicado para pronunciar Gijón correctamente, Bad Bunny dio las gracias "a todos los que habéis venido a ver al conejo malo".