El Campeonato Nacional de Bateo de Oro de Navelgas cumple este año mayoría de edad (XVIII edición), algo que no le impide continuar manteniendo un espíritu profundamente infantil y diverso mientras marca récords de participación. Y es que a juzgar por los participantes que esta mañana se agolpaban a las orillas del río que atraviesa el pueblo tinetense aprovechando la soleada jornada estival, las nuevas generaciones de bateadores están aseguradas.

Prueba de ello es la pequeña Sofía Tronco, de apenas dos años, quien hoy hacía su primera incursión en la búsqueda de oro junto a su madre, Ana Berdasco. Viven en Navegas, por lo que Berdasco reconoce "llevarlo en la sangre", mientras revela la esencia que hace de la disciplina algo adictivo: "parece alucinante encontrar algo tan minúsculo entre un cubo de arena en tan poco tiempo", dice. Ese es básicamente el funcionamiento del bateo, un deporte que se ha convertido en internacional, y por el que en la localidad vaqueira se dan cita competidores de variopintas nacionalidades: Noruega, Japón, Italia, Holanda o Francia son algunos de los países con representación.

La nipona Hideko Nakano, quien lleva dieciséis años compitiendo de forma profesional (se desplazó incluso con su propia batea personalizada), es una de las asistentes que hacen del Campeonato tinetense una prueba multicultural. Nakano repite este año en Navelgas, donde dice venir "encantada por el espíritu amistoso, rico y acogedor que brinda el pueblo y sus gentes", además de reconocer ser una enamorada de Asturias "por su deliciosa comida y paisajes".

Este año además las cifras son históricas, con unos doscientos participantes, frente a los 150 de la pasada edición, lo que no hace más que consolidar una cita ya destacada en el panorama de la disciplina a nivel mundial. Lejos quedan aquellos tiempos en que los hermanos Sanfiz pasaban tardes solos en la orilla del río buscando oro con sus palanganas. Ismael Sanfiz, hijo del pionero Enrique Sanfiz, recuerda esos momentos con nostalgia, aunque se muestra orgulloso por "el auge que vive esta prueba", gracias sobre todo a las promociones que su familia realizó por medio mundo para "poner en el mapa" a este rincón del occidente asturiano.