Un año más, y ya van diecisiete, el Longboard Festival se despide de Salinas a lo grande. Cientos de personas han pasado estos días -y sus noches- por el paseo marítimo a ver la competición de surf y por las carpas montadas para comer, beber e ir de compras entre manga y manga en el agua. A pesar de la falta de sitio para acampar, que pareció jueves y viernes notarse demasiado, la organización quiere destacar el incremento de visitantes extranjeros respecto a otras ediciones, en especial el aumento de turistas llegados del centro de Europa.

El Cantábrico, muy bravo todos los días de la competición, se empeñó en ponerlo difícil a los competidores también el día de ayer y los participantes tuvieron que trasladarse al extremo occidental de la playa para competir, debido a las malas condiciones del mar. La final del Campeonato de España masculino coronó a Alberto Fernández. En la categoría Sub 18, Nicolás García, gijonés, con solo 15 años se alzó con el trofeo.

El surf es el motivo de reunión, pero los "food-trucks" y las tiendas de la carpa contribuyen de buena gana a la mejora, año otras año, del festival. Durante los cuatro días el ambiente, según los propios vendedores, ha sido "increíble", sobre todo el sábado. "A mí como vendedora de uno de los puestos me parece que el sábado fue el mejor día con diferencia. El mal estado del mar ayudó mucho a ello, porque si no la gente estaría en la playa", comentó Clara Díaz.

Además, las noches tampoco estuvieron nada mal: conciertos y dj's animaron las tres noches hasta altas horas de la madrugada. "A pesar de haber perdido el terreno del año pasado, la organización ha sabido mantener la esencia de los años anteriores", aseguró Marta Gómez, que lleva viniendo al festival varios años junto a sus amigos, que tienen opiniones similares. El festival del surf de Salinas se consolida, un año más, como una cita obligada del verano de Asturias.