De oriente a occidente, de norte a sur e incluso desde fuera del territorio asturiano. Desde ayer y hasta el próximo miércoles se contarán por millares las personas que visiten la explanada de La Exposición para disfrutar del Festival de la Cerveza de Avilés, que celebra este año su 24ª edición.

María Carrión y Pablo Roza, por ejemplo, vienen desde Gijón para beber unas cañas. Sus amigos Rebeca Rodríguez y Alfonso Velasco, que vienen desde Oviedo, se reúnen con ellos en el recinto del festival. Los cuatro han decidido disfrutar del certamen ya que consideran Avilés un "territorio neutral", como explica Velasco. "Si dos vivimos en un lado y otros dos en el otro, ¿qué mejor que venir hasta Avilés y encima disfrutar de una buena cerveza?", apuntilla mientras bebe su cerveza directamente desde el vaso fabricado expresamente para el festival de este año.

Como ellos, son cientos los que se acercan desde fuera de la comarca avilesina para refrescarse con la bebida espumosa por antonomasia. "Somos de Madrid pero veraneamos en Candás. Hace un par de años nos enteramos que aquí organizaban este festival y siempre nos acercamos; nos parece un ambiente ideal", cuenta Gloria Marán, que disfruta con su familia del festival.

Otros, como Ramón Álvarez y Sergio Martínez, aprovechan esta semana para pasarla con familiares y amigos. "Somos de Avilés y, como nos queda al lado de casa, venimos varias veces a lo largo de toda la semana que dura la fiesta. Hay días para venir con familia y días para disfrutar con amigos, pero al final nos acabamos encontrando todos aquí", argumentan.

También hay quien se acerca al festival para no perderse esta cita con su "rubia" o "morena" preferida. "Me encantan las cervezas tostadas, las que son de sabor intenso. No suelo encontrar mucha variedad de grifos de este tipo de cerveza por los bares que frecuento, así que este festival no me lo pierdo nunca, ¡Es la oportunidad perfecta!", cuenta Pedro Jiménez, vecino de Coto Carcedo.

Hay quienes viven en Avilés y son fieles seguidores de esta fiesta y que recuerdan sus comienzos y su evolución a lo largo de los años. "Recuerdo cuando se organizaba en la plaza de abastos, que era un sitio muy reducido y no se podía ni pasear. Ahora este espacio está mucho mejor, más amplio y organizado", expone Toña Gala, vecina avilesina que siempre disfruta del festival. "Vivo al lado, y no se puede una resistir a bajar y disfrutar de este ambiente. Te entra por la ventana un olorcillo muy rico y no te puedes contener", añade.

Y es que son muchos quienes aprovechan para cenar entre cerveza y cerveza aprovechando la amplia oferta gastronómica que se ofrece. "Tienen pizza, tienen pulpo, tienen picadillo y bocadillos. Por tener, tienen hasta el café del postre", dice entre risas Enrique González, de Luanco. "Me gusta acercarme hasta aquí con mi mujer todos los años, al menos un día. Bebes bien, comes bien... No se puede perdir más", sentencia.

Además, hay quienes aprovechan y se toman esta fiesta como un reto personal. "Son muchas las casetas, y claro, mucha la variedad. Antes siempre venía a por lo mismo, no variaba, así que desde hace unos cinco años decidí que aprovecharía la cantidad de cervezas que traen por aquí para probar sabores distintos", explica Gonzalo Vega, de Raíces. "¡Y de aquí al Oktoberfest!", bromea. Los años van pasando y la gente sigue acudiendo en masa al Festival de la Cerveza "porque ¿a quién no le gusta?", comenta Sandra Yánez. Y es que tras casi 25 años esta fecha está marcada en el calendario de muchos asturianos que no dejan pasar la oportunidad de brindar con cañas.