De la inmensa voz de Mara Barros se desprende una admiración adolescente hacia Joaquín Sabina. Lo cual tiene, si cabe, mayor envergadura cuando la de la onubense es una de las pocas voces que puede eclipsar a la de su paisano de Baeza. No esconde que "cantar con Sabina es un sueño hecho realidad, soñaba con trabajar en un musical sobre su obra, pero para mí era inviable irme de gira con él". Ahora, tras recorrer medio mundo de su mano, llega a Gijón sin el patrón, pero con toda la tripulación para ofrecer hoy una noche muy sabinera (21 horas, plaza Mayor).

Se trata de "un homenaje a Joaquín Sabina", donde su banda -Pancho Varona, Antonio García de Diego o la propia Barros- cantan sus canciones. Pero, además, "invitamos al público a subir al escenario a cantar. Pueden sentirse Sabina durante tres minutos, cantando sus canciones con su banda".

No duda Barros que no tendrá que alentar a la gente para que dé el paso. "Al flaco se le quiere en bastantes rincones del mundo, pero en Gijón más. Y él quiere mucho a su público, que es maravilloso y muy calentito", explica Barros, quien se ha erigido ya como confidente del maestro del bombín, "en Gijón nos sentimos todos muy queridos, incluso si no viene Joaquín", de quien dice que "es muy listo y muy cercano. Es impagable hablar con él como tengo la suerte de hacer yo, que me cuente quién es 'Princesa', por quién escribió 'Y sin embargo' o si la noche de 'Pacto entre caballeros' fue realmente así". La única pena que le queda a Barros es poder haber inspirado al flaco en una de sus canciones: "le pille muy mayor", se queja anhelante.

Quizá por ese trato tan personal, Barros asegura que "me da mucha rabia que le tachen de machista. Entiendo que su música es arte y como tal se puede entender de muchas maneras, pero Joaquín no es machista, es completamente lo contrario. Puede ser un canalla, pero es honesto. Es más feminista que machista", zanja.

Barros, tras trece años de sequía, el año pasado sacó su segundo disco. "Estoy muy orgullosa de mi disco, es mi bebé mimado y precioso y nos ha salido muy bonito", explica. Pero, si le dan a elegir, "admiro y quiero tanto a Joaquín que mi prioridad será siempre acompañarle y seguir con él mientras siga en activo". Hoy subirá al escenario sin él, pero con su banda y sus canciones para hacer disfrutar a Gijón como haría Sabina.