En el segundo día del Festival Folclórico Internacional de Avilés fue el turno de las autoridades para disfrutar de los bailes y la música tradicional de los grupos ruso, serbio, argelino y tailandés participantes este año en este intercambio cultural.

Reunidos ante el ayuntamiento, los integrantes de cada grupo amenizaron la espera con sus bailes, siempre siendo animados por las palmas y los aplausos de los viandantes. Esta danza se reprodujo de nuevo dentro del salón de recepciones del ayuntamiento, donde la alcaldesa Mariví Monteserín quiso agradecer su participación en este festival.

Los miembros de cada grupo no solo han venido a cantar y a bailar, sino que también están aprovechando su estancia para conocer la ciudad y hacer algunas compras, o incluso relacionarse con los vecinos, como hizo el violinista del grupo ruso en la plaza del Carballo, donde vio actuar a un grupo de rock y decidió unirse a ellos. "La gente es muy cercana y hospitalaria con nosotros", explica Irina Menialina, coreógrafa del grupo ruso.

Los tailandeses también aprovecharon sus tiempos libres para hacer turismo, pero hay algo que les fascina más que las calles de la villa. "Nos impresiona mucho la cantidad de gente que sale a las calles a vernos y cómo nos saludan", cuenta Naewwit Niyomwong. Los argelinos también disfrutan de la ciudad y aprecian cada detalle, como cuenta Mohamed Kazouz. "La ciudad es muy bonita y la cultura es diferente a la nuestra. La arquitectura nos llama mucho la atención".

El director artístico serbio, Bobah Kostic, también explica qué es lo que más ha sorprendido a su grupo: "No esperaba a gente tan agradable ni tantos elementos históricos en la ciudad".